key: cord-1054104-9kpgwx0y authors: Peral Martín, Ana; Cabezas García, María; Martínez Sáez, Óscar title: Estado y gestión emocional de los pacientes afectados por la COVID-19 en un centro de salud date: 2020-12-05 journal: Med Clin (Barc) DOI: 10.1016/j.medcli.2020.11.007 sha: 6d024377de4403b1ee6b0b1a9526e04fcd6820ad doc_id: 1054104 cord_uid: 9kpgwx0y nan Tras la aparición de la infección por el SARS-CoV-2 en diciembre de 2019, en Wuhan (China), la gran cantidad de información al respecto, sobre todo en los medios, está teniendo un gran impacto emocional en todo el mundo 1 . A pesar de esto, se está viendo que la salud mental ha pasado a un segundo plano, siendo incluso infraestimada. Algunos estudios recientes han encontrado una mayor prevalencia de síntomas depresivos 2 , postraumáticos y ansiógenos 3 en pacientes con infección o sospecha de infección por SARS-CoV-2. En cuanto al material y métodos del estudio que aquí se presenta, la muestra se compone de 48 pacientes mayores de edad atendidos desde el inicio de la epidemia con el diagnóstico de infección o sospecha por coronavirus hasta la fecha en que se inicia el estudio de campo, el 30 de abril del 2020. Se decidió no seguir incluyendo pacientes a partir de esta fecha, ya que las condiciones vitales fueron cualitativamente distintas (confinamiento domiciliario) y podría suponer un sesgo entre las personas entrevistadas y afectadas antes y después de esto. Se realizó una entrevista telefónica en la que se les aplicó un cuestionario de screening de sintomatología psicológica (BSI-18). Con respecto a los resultados de las entrevistas, en la figura 1, se observan las puntuaciones T en las diferentes escalas del BSI-18 de la muestra analizada. Las puntuaciones T constituyen una escala normalizada con media de 50 (DE = 10). Sin embargo, encontramos que las medias de los pacientes en todas las escalas eran cercanas a T = 60 (correspondiente a un percentil 84), siendo las diferencias estadísticamente significativas para todas las escalas (somatización: X = 63,68 (DE = 10,51) t = 9,022 p < 0,000; depresión: X = 60,54 (DE = 9,90) t = 7,376 p < 0,000; ansiedad: X = 62,10 (DE = 8,47) t = 8,471 p < 0,000; índice global de severidad (ISG): X = 63,40 (DE = 9,74) t = 9,532 p < 0,000). Observando los ítems concretos contestados, los síntomas más frecuentes han sido «sentimientos de tristeza» (X = 2,18); «sentirse con miedo» (X = 1,97) y «sentirse tenso o alterado» (X = 2,06). Por su parte, los menos frecuentes han sido «pensamientos de poner fin a su vida» (X = 0,10), «ataques de terror o pánico» (X = 0,52) y «sustos repentinos o sin razón» (X = 1,04). Los síntomas más recurrentes son aquellos relacionados con la sintomatología ansioso-depresiva leve, es decir, síntomas más esperables en los primeros momentos después de una situación estresante como la que han vivido. En contraposición, los síntomas más graves (ideación suicida, ataques de pánico y sintomatología postraumática) son menos recurrentes. Esto nos puede indicar que, a raíz de esta situación, los pacientes experimentan la sintomatología esperable tras la situación vivida (pandemia, confinamiento, etc.) o bien que se está iniciando la presencia de sintomatología psicológica y que esta, con el paso del tiempo, se puede agravar y/o cronificar. Por último, el BSI-18, al ser un cuestionario de screening, ofrece un punto de corte para determinar si el paciente es un posible caso clínico (T > 63 en el IGS o T > 63 en dos de las escalas). En esta muestra, el 62,5% de las personas es un posible caso clínico (n = 30), lo que muestra, una vez más, que estos pacientes están experimentando sintomatología psicológica derivada de esta situación. Como complemento a esta información se observó que, durante la entrevista, al ofrecerles algún tipo de recurso psicológico gratuito, el 47,9% (n = 23) lo solicitó. https://doi.org/10.1016/j.medcli.2020.11.007 0025-7753/© 2020 Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. Concluimos que la sintomatología de los pacientes fue variada (ansiedad, depresión y somatización) y significativamente superior a la media poblacional, lo que podría ser objeto de atención clínica. Aunque la sintomatología fuese leve, podría ser debido a la proximidad del acontecimiento estresante o como mero mecanismo de adaptación. Estos resultados son coincidentes con estudios previos realizados con pacientes con el SARS del 2003 2-4 como en aquellos con la COVID-19 1, 5 . Es importante establecer mecanismos y recursos de apoyo para quienes que puedan requerirlos, pudiendo basarnos en situaciones similares anteriores como en la epidemia por SARS del 2003 4 . En futuras líneas de investigación, sería recomendable valorar cómo, con el paso del tiempo, esta sintomatología evoluciona, bien manteniéndose o superándose, por lo que un segundo análisis en los meses posteriores aportaría información útil para dicha comparativa. No se ha percibido ningún tipo de financiación para la elaboración del presente trabajo. Los autores del presente documento declaran la ausencia de cualquier conflicto de interés relacionado con la publicación de este manuscrito. The outbreak of COVID-19 coronavirus and its impact on global mental health Mental health of nurses working at a government-designated hospital during a MERS-CoV outbreak: a cross-sectional study The psychological impact of the SARS epidemic on hospital employees in China: exposure, risk perception, and altruistic acceptance of risk The immediate psychological and occupational impact of the 2003 SARS outbreak in a teaching hospital In Beijing, coronavirus 2019-nCoV has created a siege mentality