key: cord-1050858-7464etus authors: Rodríguez, Pilar Rodríguez; Jiménez, Elena Gonzalo title: COVID-19 en residencias de mayores: factores estructurales y experiencias que avalan un cambio de modelo en España date: 2021-10-18 journal: Gac Sanit DOI: 10.1016/j.gaceta.2021.09.005 sha: 26f3a7a58cef6e42e76917bcb396ac844db1c526 doc_id: 1050858 cord_uid: 7464etus La pandemia de COVID-19 ha tenido efectos devastadores sobre las personas mayores que viven en residencias. En España, aproximadamente el 3% de los casos y el 40% de los fallecimientos han sido en este grupo de población, en el que además han aumentado los síndromes geriátricos y los problemas psicosociales, y se han vulnerado derechos fundamentales, como consecuencia de las medidas para el control de la crisis. En este artículo se describen factores estructurales de las residencias y de su relación con los servicios sanitarios públicos que han tenido un papel importante en el impacto de la pandemia en estos entornos. Se presentan modelos alternativos a las residencias tradicionales y a la manera habitual de relación con el sistema público de salud, que unen a otras ventajas la de haber mostrado capacidades excelentes para proteger de la COVID-19 a las personas mayores que viven en estos centros. Entre estos modelos destacan diferentes tipos de viviendas de grupo, modalidades de coordinación sociosanitaria basadas en la gestión de casos y en la dotación de profesionales sanitarios desde el sistema de salud. Se proponen estas experiencias de éxito como elementos a considerar en el cambio de modelo sociosanitario (integrado y centrado en las personas) que ha comenzado a desarrollarse en algunas comunidades autónomas. The effects of COVID-19 pandemic on older people living in care homes have been devastating. In Spain approximately 3% of the cases and 40% of the deaths have occurred in this group. In addition, due to measures taken to control the crisis, the incidence of geriatric syndromes has increased, and residents’ fundamental rights have been violated. In this article we describe structural factors of care homes and their relationship with public health services that have influenced the impact of the pandemic. We suggest different types of group homes, and models of provision/coordination with public health services that have given excellent results protecting nursing homes residents from the COVID-19, as alternative models to conventional residences and to the regular provision of health care services. We recommend that these successful experiences are taken into account in the transformation of the social-health model (to one integrated and focused on people) that has begun to be implemented in some Autonomous Communities of Spain. J o u r n a l P r e -p r o o f crónicas, fragilidad, y dependencia para el autocuidado. La convivencia en espacios cerrados, en estrecha interacción con sus cuidadoras, han configurado el escenario idóneo para la propagación e y el impacto diferencial de la COVID-19 en estos entornos. A 23 de mayo de 2021, según el IMSERSO, se habían registrado un total de 99.185 casos y 29.594 fallecimientos por COVID-19 entre las personas mayores alojadas en residencias, siendo la tasa de letalidad del 21,51%. Esto supone que tres 3 de cada cien 100 personas infectadas y cuarenta 40 de cada cien 100 fallecidas en España (2,72% y 37,16%) pertenecen a este grupo, que apenas representa el 0,68% de la población española. Los datos de evolución de la pandemia muestran que soólo la vacunación ha logrado cambiar radicalmente este panorama; en enero de 2021, el incremento en el número de casos supuso un 40% del que se había producido durante los seis 6 meses anteriores. En perspectiva internacional, el último informe de la organización LTC-COVID 2 , con información de 22 países, cifraba en 325.000 las personas fallecidas en residencias, situando a España en una posición intermedia respecto a su proporción sobre el total de muertes en cada país (40%, siendo el promedio un 41%). Aunque la incidencia y la mortalidad son la cara más visible del impacto de la COVID-19 sobre estas personas, no son sus únicas consecuencias. S; se han reportado aumentos en la incidencia de síndromes geriátricos, pérdida de capacidad funcional, pensamientos suicidas, y una mayor prescripción de psicotropos 3 . Algunas medidas adoptadas durante la pandemia han vulnerado gravemente los derechos de las personas acogidas en los centros, desde la autonomía para tomar decisiones sobre su vida, incluidas dónde o con quiéen pasar sus últimos días, hasta el acceso a un bien público y universal, como es la atención sanitaria especializada. Este artículo se centra en el papel que han jugado desempeñado una serie de elementos estructurales de las residencias y de sus relaciones con los servicios sanitarios, cuyo replanteamiento, es necesario abordar con urgencia. . Espacios comunes en salas grandes, ocupadas por grupos numerosos, y h. Habitaciones, la mayoría compartidas, distribuidas en largos pasillos, lo que hizohicieron muy difícil el aislamiento de las personas contagiadas. La opción más frecuente fue confinar a las personas en sus habitaciones durante semanas o e incluso meses, con las consiguientes consecuencias de esta «"reclusión»" en su estado físico y psicosocial 5 . . La mayoría de profesionales de atención continuada no tienen una asignación fija a una unidad, o a un grupo de residentes, sino que rotan por todo el centro, Page 7 of 18 J o u r n a l P r e -p r o o f entrando y saliendo de éll mismo cotidianamentecontinuamente, e interactuando con sus las familias y la comunidad 6 . El modelo asistencial centrado en el déficit y en la enfermedad . MEste modelo, que ha suscitado duras críticas en basedebido a la evidencia de su escasa contribución al bienestar de las personas. Los organismos internacionales abogan por un modelo de atención integral centrada en la persona 6 cuyo eje sea el sentido que cada residente quiera dar a su vida. La estructura y la calidad del empleo . Numerosos informes 7 han destacado la precariedad del empleo en las residencias por su contribución a la crisis: ratios muy bajas de personal de atención directa, escasez de profesionales cualificados, elevada proporción de contratos temporales (26,8%) o, a tiempo parcial (95%), y bajos salarios (80% con sueldo neto <1.000 €);, condiciones que sufren especialmente mujeres, al estar las plantillas muy feminizadas. Llama la atención, además, la exigüidad de las normativas autonómicas de acreditación de centros respecto a la dotación de enfermeras, con ratios que no siempre garantizan su presencia continuada. En relación con la COVID-19, algunos estudios 8 han demostrado que una mayor dotación de enfermeras cualificadas contribuye a su una menor propagación. Estos hallazgos son relevantes para nuestro país, donde las enfermeras especialistas en enfermería geriátrica y gerontológica, apenas han encontrado encaje laboral en el sector. Page 8 of 18 J o u r n a l P r e -p r o o f . La legislación establece que la asistencia sanitaria en las residencias es responsabilidad del sistema sanitario público. Sin embargo, los cupos de profesionales de APSatención primaria nunca se han dimensionado establecido teniendo en cuenta las peculiares necesidades de las residencias, para garantizar los mismos derechos que al resto de la ciudadanía. Esta desigualdad se ha intentado compensar, en parte, exigiendo a los centros la contratación de profesionales sanitarios, lo que en la práctica ha naturalizado un sistema paralelo, low cost, de atención sanitaria, low cost, que establece una diferenciación injusta e ineficiente en salarios, competencias, exigencia de formación y reconocimiento social, entre profesionales sanitarios del sector salud y de los centros sociales. Como han denunciado diferentes organizaciones 9 , las barreras de acceso y la falta de coordinación con los servicios sanitarios han sido aspectos claves en la respuesta tardía ante la COVID-19. El sistema sanitario público tiene una gran responsabilidad en la magnitud de la crisis en el entorno residencial, en absoluto achacable a sus profesionales, cuyo enorme esfuerzo por atender, sin medios ni apoyos suficientes, a las personas de las residencias, ha sido evidente. Se trata de un problema de inadecuación de los diseños en los servicios de atención, y existe evidencia de que doónde las residencias y la estructura sanitaria estaban bien coordinadas la pandemia ha causado menos daño. Viviendas de grupo y Green Houses . Este modelo se inició en los países nNórdicos a mediados del siglo pasado y consiste en agrupar a las personas de los centros en pequeñas unidades de convivencia (10-a 12 como, máximo), formando un hogar cuasi familiar junto al con el personal de atención directa, con presencia y colaboración de familiares, y el apoyo de un equipo técnico (de enfermería, fisioterapia, psicología, etc.…). La atención médica a estas viviendas la provee el centro público de salud J o u r n a l P r e -p r o o f correspondiente y, cuando es necesario, el hospital 10 . El personal de atención directa es fijo en cada unidad y desarrolla funciones integradas; a los cuidados personales une tareas domésticas y organiza actividades conjuntamente con residentes y familiares. Esta polivalencia se incorporó para limitar la intrusión de diferentes profesionales en su espacio más íntimo, permitiendo también a la profesional de referencia conocer en profundidad a la persona y a su familia. Las iInvestigaciones que han acompañado la extensión del modelo por en Europa, incluida España (Castilla y León, País Vasco), en América del Norte, y en Australia 11,12 , muestran una mayor satisfacción y más sentido de pertenencia de las personas mayores y sus familias, que se sienten parte del grupo y colaboran en actividades, no preestablecidas, sino adaptadas a las preferencias de las personas. Además, el equipo de profesionales considera que el entorno favorece la alianza terapéutica, lo que mejora la relación y la atención. Unidos en 2001 hasta alcanzar 300 grupos, extendidas por 32 Estados. Algunos estudios 13 han mostrado que las personas que residen en ellas reciben más tiempo de atención, experimentan mejor percepción de bienestar, y mantienen su capacidad funcional, con menores índices de depresión y de úlceras por presión, que en las residencias convencionales. Asimismo, la calidad de la atención es mayor, con menos ingresos hospitalarios, consumo de recursos sanitarios, y absentismo laboral. Ante la COVID-19, estos alojamientos han mostrado mayor capacidad para contener la expansión del virus y la mortalidad, en comparación con las residencias convencionales; más de un 90% de estas viviendas han reportado ausencia de personas infectadas, o un pequeño número de casos. Lla figura 2 muestra los resultados de una amplia investigación estadounidense que pone de manifiesto la capacidad superior de las Green Houses para contener la incidencia, los ingresos hospitalarios y la mortalidad por COVID-19 en comparación con, frente a las residencias tradicionales. Inspirándose en este modelo, en muchos lugares se está emprendiendo la reconversión de las grandes residencias, dividiéndolas en pequeñas unidades J o u r n a l P r e -p r o o f Por otra parte, la experiencia de la C.A. de Castilla-La Mancha, que provee, desde su sistema de salud la incorporación de profesionales sanitarios (de medicina, enfermería, y fisioterapia) a las residencias públicas, constituye un ejemplo de que es posible realizar esta dotación mediante la coordinación y la complementariedad entre recursos sociales y sanitarios. Creemos que existen buenas prácticas de éxito, como las mostradas, que avalan las recomendaciones de la comunidad experta y sugieren vías posibles para la transformación que necesitamos en el conjunto de España del modelo de atención social y sanitaria en las residencias. Un cambio mediante el que se garantice el derecho de las personas mayores a recibir cuidados de calidad desde los servicios públicos de salud y, al mismo tiempo, se les proporcione acompañamiento y apoyo psicosocial para el desarrollo de su capacidad intrínseca, favoreciendo que sigan desarrollando las actividades que para cada una de ellas tengan sentido y significado. Hacerlo con respeto pleno a la dignidad y los derechos a las personas, y en entornos hogareños, obliga a huir de alojamientos tipo institución. Las decisiones legales y las aplicaciones concretas que se están emprendiendo desde algunas CC.AA.comunidades autónomas con el apoyo de la Administración General del Estado parecen indicar que un modelo de atención integral y centrada en la persona está fraguándose en nuestro país. Su aplicación, sin duda, va más allá de la atención en residencias, pero el cambio en estas es ya una necesidad inaplazable. Ambas autoras han participado en la concepción, la redacción y las sucesivas revisiones del manuscrito, hasta la versión final del artículo. Ninguno. El impacto de la Covid-19 en la población mayor dependiente en España con especial referencia al sector residencial Mortality associated with COVID-19 in care homes: international evidence. Article in LTCcovid.org, International Long-Term Care Policy Network International evidence on care home COVID-19 outbreak responses, summary of key findings International Long-Term Care Policy Network Auditoría de los centros residenciales en Navarra ante la crisis de la Covid-19. Pamplona: Observatorio de la Realidad Social Impacto psicosocial de la COVID-19 en las personas mayores: problemas y retos Las residencias en las que queremos vivir. Cuidados y vida con sentido. Madrid: Ed. Catarata La calidad del empleo en las residencias para personas mayores. Incidencia en la gestión de la COVID-19 Association of nursing home ratings on health inspections, quality of care, and nurse staffing with covid-19 cases El inaceptable desamparo de los mayores en las residencias durante la COVID-19 en España. Barcelona: Médicos Sin Fronteras En: Rodríguez P, editora. Viviendas para personas mayores en Europa. Nuevas tendencias para el siglo XXI. Madrid: Fundación Pilares y Fundación Caser There''s no place like home": A a scoping review on the impact of homelike residential care models on resident, family, and staff-related outcomes Estudio de la implicación en un grupo de personas con demencia con atención tradicional, y un grupo con atención centrada en la persona New evidence on the Green House Model of nursing home care: synthesis of findings and implications for policy, practice, and research A systematic review of the effectiveness and roles of advanced practice nursing in older people Premio IBIMA 2020 a las innovaciones trasladadas a la práctica clínica Nontraditional Small House Nursing Homes Have Fewer COVID-19 Cases and Deaths