key: cord-1043092-oqpjqgv4 authors: Escudero, Dolores; Barrera, Juan A.; Balboa, Salvador; Viñas, Silvia; Martín, Gabriel; Antonio Boga, José title: Análisis de SARS-CoV-2 en el aire de una UCI dedicada a pacientes Covid-19 date: 2020-10-10 journal: Med Intensiva DOI: 10.1016/j.medin.2020.09.004 sha: 439601ca0f32e0c48b76ada83caa488adcba60ea doc_id: 1043092 cord_uid: oqpjqgv4 nan La infección producida por el SARS-CoV-2, provoca neumonía y síndrome de distrés respiratorio agudo siendo denominada Covid-19 (1) . En pocos meses, la enfermedad se expandió por todo el mundo infectando a millones de personas y causando cientos de miles de muertes (2). La ruta de contagio es a través de gotas respiratorias (> de 5 µm) y por contacto con los fómites contaminados (3, 4) . Recientemente, la OMS, ha reconocido que la trasmisión aérea a través de aerosoles (< de 5 µm) que permanecen en el aire durante horas es una posible ruta de contagio al inhalar partículas virales que se depositan en las vías aéreas distales (5) (6) (7) . La trasmisión aérea tiene gran importancia en salud pública y en la protección de los profesionales sanitarios siendo necesario modificar las medidas de precaución para evitar el contagio, ampliando la distancia de seguridad de 2 metros, sobre todo en espacios cerrados. Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) están equipadas con intercambio periódico de aire y durante la pandemia, muchas disponían de presión negativa, pero otros lugares como el hogar, restaurantes, el transporte público o incluso las plantas de hospitalización, no tienen sistemas tan seguros de ventilación. Algunos estudios han documentado que el SARS-CoV-2 puede permanecer en el aire generado por aerosoles hasta 3 horas (7) demostrándose la presencia de genoma viral en el aire y filtros de los hospitales. En España, el porcentaje de profesionales sanitarios contagiados por el SARS-CoV-2 es el más alto del mundo seguido de Italia (10%) y China (3,8%) (8). Según el Ministerio de Sanidad español, el 9 de julio del 2020, los contagios entre el colectivo sanitario ascendían a 52.643, lo que supone más del 22% de todos los casos (9). Los trabajadores de la UCI tienen un alto riesgo de contagio por una elevada exposición ambiental al SARS-CoV-2 y realizar técnicas que generan aerosoles (5, 10, 11) , por lo que una de las grandes preocupaciones en nuestro caso fue mejorar las prácticas de seguridad y minimizar el riesgo de contagio a los profesionales sanitarios. Por esta razón, nos planteamos analizar la presencia de SARS-CoV-2 en el aire de 2 Unidades de la UCI y la planta de Neumología dedicadas a tratar pacientes Covid-19. El estudio se realizó a finales de mayo del 2020 en 5 boxes diferentes de la UCI (Tabla 1), colocando los equipos de extracción en el suelo, cerca de la cabeza del paciente y lo más alejado posible de la salida de aire, recogiéndo las muestras de aire durante un tiempo de 2-4 horas. Toda la UCI estaba equipada con presión negativa de -10 pascales y disponía de un intercambio de 15-20 ciclos/h de aire. La planta de hospitalización no tenía renovación de aire. El volumen de aire de los boxes de la UCI es variable ya que tienen dimensiones distintas aunque la media está en 51m 3 , es decir, 51.000 litros y las habitaciones de hospitalización 54,4m 3 . Las muestras del aire se obtuvieron mediante dos métodos diferentes: 1) Equipo de muestreo SAS Bioser Mod. Microbio 0111302 con un caudal de aire de 500 l/300seg y placa rodac de 55 mm de diámetro sobre la que posteriormente se obtuvieron muestras con hisopo prehumedecido. Con este sistema el volumen de aire estimado que pasa por la placa en una hora es de 5.967 litros de aire y 2) Rampa de filtración con filtro de membrana de polietersulfona FILTER-LAB® de 0,1 micras de porosidad y 47 mm de diámetro conectado al sistema de vacio del hospital mediante un vacuometro a 60 kPa. Existe una pequeña variabilidad en el vacio de los diferentes boxes de la UCI que oscila entre 55-60 kPa y por lo tanto el cálculo exacto del aire que pasa por la placa es estimativo. Considerando 55 kPa, una tubería de 8 mm de diámetro, y las distintas pérdidas de carga, el cálculo de aire rastreado es de 2.160 l/h. con lo cual en el tiempo de estudio de 2-4 horas y con el caudal estimado se estudiaron 4.320 litros en 2 horas y 8.640 en 4 horas lo que representa en el mayor de los casos el 16,9% del aire del box. La presencia de SARS-CoV-2 se analizó mediante la detección del genoma viral utilizando una RT-PCR cuantitativa múltiple. Los ácidos nucleicos fueron purificados mediante MagNa Pure 96 System (Roche, Ginebra, Suiza) a partir del medio de transporte de los hisopos o del eluido obtenido tras incubar los filtros durante media hora a 37ºC. Las extracciones fueron sometidas a una reacción de amplificación suplementado con una mezcla de cebadores y sondas taqman MGB dirigidos contra dos dianas, los genes ORF1ab y N. Las amplificaciones y su posterior análisis se llevaron a cabo usando el Applied Biosystems 7500 Real-time PCR System (ABI, Foster City, CA). Se obtuvieron un total de 7 muestras de aire (tabla 2). El análisis mediante RT-PCR cuantitativa no mostró en ningún caso detección del genoma de SARS-CoV-2 en las muestras recogidas por los dos métodos descritos, por lo que en nuestro estudio no hemos podido demostrar la presencia de SARS-CoV-2 en el aire de la UCI ni en la planta de hospitalización. Estos hallazgos coinciden con los de otros autores como Cheng VC et al (12) que no detectaron coronavirus en 8 muestras de aire recolectadas a una distancia de 10 cm del mentón de un paciente con Covid-19. Sin embargo otros estudios han detectado RNA viral entre el 35-68% de las muestras de aire analizadas (13) (14) (15) . En el estudio de Guo ZD et al (14) los aerosoles alcanzaron una distancia de 4 metros y fueron positivas en el 40,6% de las muestras de aire del box donde se encontraba el paciente y en el 12,5% de las áreas de trabajo. La UCI descrita por Guo ZD et al tenía un intercambio de aire de 16 ciclos por hora y en el trabajo no se menciona que estuviera equipada con presión negativa. Santarpia JL et al (15) en una unidad de aislamiento para pacientes en cuarentena y un área de hospitalización del Centro Médico de la Universidad de Nebraska, midieron la presencia de SARS-CoV-2 en el aire de la habitación siendo el 63,2% positivas con una concentración media de 2,86 copias/l de aire y las tomadas en los pasillos fueron 66,7% positivas con una media de concentración de 2,59 copias/l de aire. Posteriormente y con el fin de evaluar su capacidad infectiva, se cultivaron células Vero E6 con estas muestras y los análisis realizados no demostraron replicación viral. Encontrar ARN del SARS-CoV-2, no informa sobre presencia de virus viable y por lo tanto de su capacidad infectiva, aunque la contaminación del aire ambiente indicaría que la trasmisión por aerosoles del SARS-CoV-2 es plausible. En este estudio no se menciona el intercambio de aire/hora o si las habitaciones disponían de presión negativa. En nuestra UCI todos los boxes estaban equipados con presión negativa de -10 pascales y un intercambio de 15-20 ciclos/h de aire lo cual puede justificar la ausencia de RNA del SARS-CoV-2 en nuestra investigación. Como dato adicional, después del confinamiento se chequearon un total de 237 trabajadores de la UCI incluido el personal de limpieza, a los que se les realizó PCR para SARS-CoV-2 y serología por técnica ELISA siendo todos ellos negativos. Entre las limitaciones del estudio hay que destacar el número de la muestra, que el volumen de aire rastreado representa solo una parte del volumen total y que los intercambios de aire en la UCI más la presión negativa, facilitan la eliminación del SARS-CoV-2, pero tiene el interés, de que en nuestro conocimiento, es el primer estudio que se realiza sobre la presencia del coronavirus en el aire de la UCI en España y que los trabajos sobre el tema son escasos en la literatura. La seguridad de los profesionales sanitarios debe ser abordada como una prioridad para prevenir el colapso de los sistemas de salud y evitar una trasmisión desde los hospitales al resto de la comunidad. En este sentido, es muy importante controlar la presencia de SARS-CoV-2 tanto en las superficies ambientales de la UCI como en el aire, para minimizar el riesgo de trasmisión y extremar las medidas de seguridad durante todas las maniobras y tratamientos que pueden generar aerosoles en la UCI. Bibliografía A novel coronavirus from patients with pneumonia in China Early transmission dynamics in Wuhan, China, of novel coronavirus-infected pneumonia Transmission routes of 2019-nCoV and controls in dental practice Airborne transmission of severe acute respiratory syndrome coronavirus-2 to healthcare workers: a narrative review Putting a balance on the aerosolization debate around SARS-CoV-2 Aerosol and Surface Stability of SARS-CoV-2 as Compared with SARS-CoV-1 Air, surface environmental, and personal protective equipment contamination by severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2) from a symptomatic patient Airborne or droplet precautions for health workers treating COVID-19? Escalating infection control response to the rapidly evolving epidemiology of the Coronavirus disease 2019 (COVID-19) due to SARS-CoV-2 in Hong Kong Investigating SARS-CoV-2 surface and air contamination in an acute healthcare setting during the peak of the COVID-19 pandemic in London Aerosol and Surface Distribution of Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2 in Hospital Wards Transmission Potential of SARS-CoV-2 in Viral Shedding Observed at the University of Nebraska Medical