key: cord-1031119-jk25uv4m authors: Rodríguez, Alexandre González; Labad, Javier title: Salud Mental en tiempos del COVID: reflexiones tras el estado de alarma date: 2020-07-25 journal: Med Clin (Barc) DOI: 10.1016/j.medcli.2020.07.009 sha: e398ffcaff7369b0e5712747a13d485fb4dae269 doc_id: 1031119 cord_uid: jk25uv4m nan La enfermedad del Coronavirus tipo 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-COV-2), también conocida como COVID-19, se describió por vez primera en Wuhan (China) en diciembre de 2019 y se ha extendido rápidamente por todo el mundo 1 . A 1 de Julio de 2020, más de 10 millones de personas en el mundo han sido infectadas por el virus 1 . A pesar de que algunos aspectos de la transmisión, infección y tratamiento aún son desconocidas, la mortalidad asociada con la enfermedad COVID-19 se relaciona principalmente con la presencia de patologías previas y expansión en poblaciones vulnerables con enfermedades crónicas pulmonares, inmunodepresión, etc. 2, 3 . Otros factores relacionados con la mortalidad por la enfermedad COVID-19 son la edad, sexo, la aparición de una respuesta inmunitaria sistémica extrema, trastornos de la coagulación (incremento en dímero D se asociaría a mayor riesgo de mortalidad) y dificultades en el acceso al sistema sanitario 2 . Por todo ello, y dada la rápida expansión del virus, el 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó la pandemia por COVID-19. En España, uno de los países más afectados por el virus, la rápida propagación condujo al gobierno a decretar el estado de alarma mediante el decreto de medidas urgentes extraordinarias de cariz sanitario, económico y social (Real Decreto-Ley 8/2020, 17 de marzo) 4 . Las medidas adoptadas incluyeron el aislamiento, la cuarentena, la distancia social y el confinamiento 5 . Todas estas medidas han demostrado su eficacia en la reducción de la transmisión y han sido adoptadas por la mayoría de países 5 . A continuación, realizaremos una reflexión sobre aspectos relacionados con la salud mental durante los tres meses de estado de alarma. En primer lugar, se van a discutir los efectos secundarios específicos, la adaptación del aislamiento y el tratamiento farmacológico en los pacientes con la enfermedad COVID-19. En segundo lugar, mencionaremos las recomendaciones o estrategias de soporte psicológico que se ofrece a familiares de pacientes con la COVID-19, y las medidas preventivas y de soporte psicológico para los profesionales que atienden a estos pacientes. Posteriormente, se abordarán aspectos relacionados con el impacto sobre la salud mental de una situación estresante como es la propia pandemia o las medidas de salud pública aplicadas, tanto en pacientes con patología mental previa como en población general. En el ámbito hospitalario, los pacientes con enfermedad COVID-19 han precisado de aislamiento y restricciones de transferencia y movilidad respecto al resto de pacientes Otro aspecto fundamental a tener en cuenta en esta crisis sanitaria, es el estrés agudo generado por situaciones de elevada carga emocional y el estrés postraumático y crónico que pueden desarrollar algunos colectivos de profesionales que han trabajado en primera línea. En muchos hospitales se han llevado a cabo medidas estrategias de soporte psicológico a los profesionales. Además, la OMS realiza algunas recomendaciones para la reducción del estrés y malestar psicológico en los profesionales de la salud que incluyen la normalización de emociones, mantener necesidades básicas, de soporte social y una distribución de tareas con horarios flexibles de trabajo 8 . No obstante, el soporte psicológico individual y en grupo para estos profesionales puede ser de ayuda para reducir el malestar emocional y estrés que sufren. En un estudio reciente realizado en China que incluyó a 202 enfermeras expuestas a la COVID-19, las tasas de estrés postraumático fueron del 16.8% 9 . Los síntomas de estrés postraumático se asociaron al género femenino, menor satisfacción laboral y estrategias de afrontamiento al estrés (relación positiva con estrategias de afrontamiento negativas, relación inversa con estrategias de afrontamiento positivas).Aún queda por conocer la efectividad de las medidas de soporte psicológico para profesionales en la reducción de riesgo de patología mental y trastorno por estrés postraumático en profesionales sanitarios. Si nos centramos en el impacto de la pandemia y el confinamiento sobre la salud mental de los pacientes con trastornos psiquiátricos, existen diversos puntos a tener en cuenta. En primer lugar, el riesgo y el miedo a infectarse por COVID son condiciones potencialmente estresantes que modulan las características psicopatológicas de los diferentes trastornos psiquiátricos. Dado el riesgo de contagio, las dificultades en el control de la pandemia y las recomendaciones de lavado de manos y evitación del contacto físico, los pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) pueden presentar un empeoramiento de síntomas, particularmente en ideas obsesivas de contaminación. Estudios recientes sugieren un empeoramiento de la sintomatología obsesivo-compulsiva en pacientes con TOC durante el confinamiento 10 . Otros trastornos que podrían haber visto incrementada su prevalencia, son los trastornos por uso de sustancias, concretamente el trastorno por uso de opioides 11 . Durante este periodo, se han incrementado además las visitas no presenciales en las unidades específicas de adicciones con la finalidad de disminuir el desplazamiento de los pacientes a centros de salud ambulatorios y/o hospitalarios. La crisis COVID-19 podría incrementar el consumo de sustancias en patrón de consumo individual y en el propio domicilio. Es por ello que se Page 5 of 9 J o u r n a l P r e -p r o o f 5 ha recomendado intensificar las estrategias de prevención y tratamiento 12 . También, la aparición o exacerbación de adicciones comportamentales podría verse incrementada particularmente por el aumento del uso de medio audiovisuales, como es el llamado "atracón de series" 13 . La seguridad y la estabilidad clínica de los pacientes con trastornos afectivos y esquizofrenia también puede verse alterada por la pandemia, el estado de alarma y la situación de confinamiento. Los pacientes con trastornos psicóticos podrían presentar un incremento en el riesgo de recaídas y hospitalizaciones, especialmente aquellos que presenten una escasa consciencia de enfermedad y de la necesidad de tratamiento. Estudios recientes también sugieren la existencia de psicosis reactivas breves desencadenadas por la pandemia del COVID-19 14 . Durante la pandemia COVID-19, el uso y prescripción de antipsicóticos inyectables de larga duración ha sido uno de los grandes desafíos 15 . Las restricciones propias de la pandemia, han obligado a modificar la práctica clínica y establecer nuevos protocolos de actuación. Algunos pacientes han rechazado acudir a los hospitales o centros ambulatorios de salud mental para la administración del tratamiento inyectable. En muchos casos ha sido preciso el desplazamiento de profesionales de enfermería a domicilio para la administración de la medicación inyectable. Se han potenciado programas específicos de atención domiciliaria en salud mental que han sido considerados de especial relevancia durante la presente crisis epidemiológica 16 . Durante estos tres meses de estado de alarma, la atención ambulatoria en Salud Mental ha tenido que adaptarse. Se han reducido las visitas presenciales y se han potenciado estrategias de telemedicina realizando entrevistas telefónicas y mediante videoconferencia. En algunas ocasiones las visitas presenciales se han mantenido, especialmente en algunos programas ambulatorios específicos (administración de inyectables, programa mantenimiento de metadona). En los ámbitos de hospitalización, se ha adaptado el protocolo con la realización de PCR para SARS-COV-2 a los pacientes que requieren ingreso en unidades de agudos. Durante el estado de alarma se han restringido las visitas de familiares y salidas extra-hospitalarias, que poco a poco han retomado la normalidad con la fase de desescalada. La terapia electroconvulsiva (TEC) es otra intervención que ha requerido ajustes, en el momento más álgido de la pandemia por la dificultad de disponer de anestesistas que prestaban atención a pacientes críticos con la COVID-19, y posteriormente cuando se ha podido retomar la actividad se han implementado medidas de seguridad en los protocolos TEC 17 , incluyendo la intensificación en las medidas de protección del personal sanitario y de los pacientes para reducir el riesgo de contagios. Aun así, la respuesta asistencial en los servicios de salud mental difiere entre países, regiones y áreas sanitarias. En Reino Unido, igual que ha sucedido en España, los servicios de salud mental y la atención primaria se ha mostrado flexible para atender a los pacientes, priorizándose los casos más graves e intensificando el trabajo colaborativo 18 . En algunos países, como en EE.UU., la accesibilidad a los servicios de salud es menor por el propio sistema de salud estatal. Resta, por otro lado, conocer el impacto real de la pandemia en la salud mental de la población general. Se ha hipotetizado 19 que llegará una "ola" de patología mental asociada a factores de riesgo de la pandemia: aislamiento social, pérdida de empleo, problemas económicos y de vivienda, violencia de género, trauma relacionado con el trabajo, y duelos por pérdidas de familiares. Futuros estudios longitudinales son necesarios para establecer el verdadero impacto de la pandemia en la salud mental. Un estudio reciente sobre el impacto de la pandemia COVID-19 sobre la salud mental de niños y adolescentes, reporta la conveniencia de evaluar síntomas ansiosos y depresivos en este colectivo 20 . Los autores encontraros tasas elevadas de síntomas depresivos en población china, así como un incremento en adicciones comportamentales (como el uso de Smartphone) 20 . En conclusión, la pandemia por COVID-19 ha obligado a adaptarse a los servicios y profesionales de la salud mental. Algunas de estas adaptaciones, como el desarrollo de la Tele-Psiquiatría o la potenciación de la prevención de salud mental en trabajadores sanitarios, deberían continuarse en el tiempo para que formen parte de la cartera de servicio habitual. La apuesta de la intervención domiciliaria en salud mental con la potenciación de dispositivos de hospitalización domiciliaria y atención domiciliaria intensiva es otro aspecto positivo que debería mantenerse en el futuro como alternativas a la hospitalización convencional. Existe la incertidumbre de la posibilidad de un rebrote en los próximos meses, en cuyo caso deberíamos aprovechar las adaptaciones y el trabajo Pathophysiology, Transmission, Diagnosis, and Treatment of Coronavirus Disease Clinical course and risk factors for mortality of adult inpatients with COVID-19 in Wuhan, China: a retrospective cohort study Predictors of mortality for patients with COVID-19 pneumonia caused by SARS-CoV-2: a prospective cohort study Estimation of COVID-19 prevalence in Italy, Spain, and France Isolation, quarantine, social distancing and community containment: pivotal role for old-style public health measures in the novel coronavirus (2019-nCoV) outbreak Safety of psychotropic medications in people with COVID-19: evidence review and practical recommendations Caring for bereaved family members during the COVID-19 pandemic: before and after the death of a patient Umgang mit psychischer Belastung bei Gesundheitsfachkräften im Rahmen der Covid-19-Pandemie Factors associated with post-traumatic stress disorder of nurses exposed to corona virus disease 2019 in China The impact of the COVID-19 pandemic on patients with OCD: Effects of contamination symptoms and remission state before the quarantine in a preliminary naturalistic study Innovation During COVID-19: Improving Addiction Treatment Access Health behaviour changes during COVID-19 and the potential consequences: A mini-review Binge watching behavior during COVID 19 pandemic: A cross-sectional, cross-national online survey Reactive psychoses in the context of the COVID-19 pandemic: Clinical perspectives from a case series Long acting injectable antipsychotic medications: Ensuring care continuity during the COVID-19 pandemic restrictions