key: cord-1015865-uaokh7bg authors: Cruickshank, Susanne title: Covid-19: el impacto en las personas afectadas por el cáncer, en las enfermeras oncológicas y en los servicios sanitarios date: 2021-06-27 journal: Enferm Clin DOI: 10.1016/j.enfcli.2021.06.002 sha: 582412ad22014aaeebc141e296f831c0b11132cd doc_id: 1015865 cord_uid: uaokh7bg nan La pandemia generada por el coronavirus (COVID-19) está ejerciendo una presión sin precedentes sobre los sistemas sanitarios de todo el mundo. Se han canalizado recursos hacia el tratamiento de la COVID-19 mientras que otros problemas de salud, como el cáncer, se han visto significativamente afectados. Independientemente de la especialidad, las enfermeras han estado a la vanguardia de la atención brindada y, en muchos casos, esto les ha pasado factura emocional, física y personalmente. Sin embargo, las enfermeras oncológicas son muy conscientes de que el cáncer no entiende de pandemias. Los riesgos no han desaparecido y la angustia asociada con un diagnóstico de cáncer permanece, amplificada por esta nueva amenaza que envuelve nuestras vidas. Han pasado sólo un par de años desde que la Organización Mundial de la Salud anunció que el cáncer causaba 1 de cada 6 muertes en todo el mundo convirtiéndose rápidamente en una pandemia mundial. La realidad es que, a pesar de ser común y amenazar la vida de muchas personas a nivel internacional, el cáncer no es infeccioso, un factor clave que define la descripción de una pandemia. Las restricciones impuestas a la población para proteger y reducir los casos de COVID-19 han visto cómo los diagnós-Correo electrónico: susanne.cruickshank@rmh.nhs.uk ticos de nuevos cánceres se han reducido drásticamente y los tratamientos se han retrasado y /o pospuesto. Según el informe realizado por Collateral Global 1 sobre el impacto de la Covid-19 en el cáncer, es posible que nunca se sepa el verdadero alcance de estos retrasos, aunque sí sabemos lo suficiente como para preocuparnos porque los diagnósticos tardíos sean menos tratables y reduzcan la esperanza de vida. Por otra parte, la presión asistencial sobre las camas de cuidados intensivos para tratar el COVID-19 ha sido universal, pero esto también ha afectado de manera desproporcionada a las personas que requieren cirugía por cáncer. Según el número de casos, algunos países y regiones se han adaptado rápidamente. En Londres, por ejemplo, los nodos de la atención oncológica 2 se establecieron a través de hospitales especializados en el tratamiento del cáncer, como el Royal Marsden, para mantener los circuitos quirúrgicos urgentes, aunque desgraciadamente, no todas las regiones pudieron hacer esto y, en muchos lugares, la cirugía casi se paralizó. Todavía es demasiado pronto para comprender completamente cómo esto, junto con los cambios en los tratamientos y la suspensión de los ensayos clínicos, afectarán los resultados de supervivencia del cáncer en el futuro. La vulnerabilidad de las personas expuestas al COVID-19 y al cáncer ha creado un nuevo nivel de incertidumbre para los pacientes oncológicos. Este grupo de alto riesgo es sushttps://doi.org/10.1016/j.enfcli.2021.06.002 1130-8621/© 2021 Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. ceptible a la infección debido a una enfermedad subyacente y al sistema inmunológico comprometido. Para mantenerlos a salvo, muchos hospitales han minimizado los contactos, han utilizado plataformas virtuales para comunicarse y los pacientes han asistido a los hospitales solos sin sus principales fuentes de apoyo: familiares, amigos y seres queridos. Las estructuras de soporte habituales a nivel local también se han visto afectadas. Por ello, las enfermeras de oncología han dado un paso adelante y han utilizado sus habilidades para dar soporte a los pacientes. El marco conceptual de los cuidados de soporte, introducido por primera vez por Fitch en 1994 3,4 es igualmente relevante ahora y vale la pena volver a retomarlo en este momento. Se basa en los constructos de las necesidades humanas, la evaluación cognitiva, el afrontamiento y la adaptación para respaldar la forma en que las personas experimentan y afrontan el cáncer. Este autor 3 , describió los cuidados de soporte como ''la prestación de los servicios necesarios para que las personas que viven con o están afectadas por el cáncer satisfagan sus necesidades físicas, emocionales, sociales, psicológicas, informativas, espirituales y prácticas durante las fases de diagnóstico, tratamiento y seguimiento, abarcando las cuestiones relacionadas con la supervivencia, los cuidados paliativos y el duelo''. Si bien no es específico de una profesión, a menudo resuena como las enfermeras que pueden identificarse con este enfoque holístico, un concepto central dentro de su práctica profesional. La situación cambiante a la que se enfrentan las personas debido a la COVID-19 ha creado nuevas demandas y ansiedades en las personas con cáncer, por lo que su forma habitual de satisfacer sus necesidades diarias puede que ya no sea efectiva y deban buscar nuevas fuentes de información y apoyo. En este sentido, el afrontamiento se convierte en un pilar clave, incluyendo todo lo que hace un individuo para afrontar y gestionar una situación y la angustia que genera. Es difícil predecir la combinación específica de estrategias de afrontamiento, pero la relación terapéutica 4 que se desarrolla entre el paciente con cáncer y los profesionales sanitarios es incluso más importante ahora que nunca. La angustia no es solo algo que los pacientes experimentan, las enfermeras han descrito algunos relatos desgarradores durante la pandemia. Un estudio cualitativo de Robinson y Stinson 5 describe tres temas principales: ''la conexión humana'', ''la carga de trabajo de Enfermería'' y ''el afrontamiento''. Asimismo, existen experiencias de enfermeras a lo largo de la pandemia y, en última instancia, destacan la relación entre la conexión humana y la vulnerabilidad de la situación en la que muchos se han encontrado. Algunos autores hablan sobre la resiliencia, la fuerza y la determinación de las enfermeras oncológicas para continuar brindando atención a las personas con cáncer, pero las enfermeras describen también fatiga por compasión, agotamiento y estrés 6 . Fundamentalmente, es la provisión de atención compasiva y centrada en la persona lo que ha brillado. Pero también ha llegado el momento de tener algo de autocompasión para garantizar que podamos afrontar el difícil camino hacia la recuperación en los servicios oncológicos. Una frase del Dalai Lama citada por Mills, Wand & Fraser 7 sostiene que, ''para que alguien desarrolle una compasión genuina hacia los demás, primero debe tener una base sobre la cual cultivar la compasión'', y esa base es la capacidad de conectarse con los propios sentimientos y cuidar el propio bienestar, por tanto, cuidar a los demás requiere cuidarse a uno mismo. La pregunta que muchos de nosotros nos hacemos es ¿cuál es la mejor manera de cuidarnos a nosotros mismos? Aunque existe escasa investigación en este tema, algunos servicios de oncología y algunos profesionales sanitarios ya están integrando elementos de autocuidado como parte de su desarrollo profesional. Sin embargo, a menudo, las enfermeras encuentran su propio camino. Quizás el primer paso sea reflexionar sobre cómo actuamos cuando nos comunicamos con los pacientes o tenemos conversaciones desafiantes y difíciles. Escuchamos, asesoramos, empatizamos, brindamos información y compartimos. Traducir estas habilidades a nosotros mismos y a nuestros compañeros y compañeras puede ser un buen comienzo, ya que nos conectamos con nuestros propios sentimientos y desarrollamos nuestras propias habilidades de afrontamiento. Aunque la pandemia está lejos de terminar, existe una sensación de optimismo esperanzador para el futuro. Algunas de las tecnologías digitales que hemos adoptado rápidamente por necesidad pueden estar aquí para quedarse. De hecho, la inversión en servicios digitales ha sido bien recibida y el acceso en entornos clínicos ha mejorado enormemente gracias a los requisitos de distanciamiento social. Por desgracia, hemos necesitado una pandemia para hacer esto. Las enfermeras oncológicas han demostrado una vez más capacidad de innovación, adaptabilidad y creatividad para mantener en funcionamiento los servicios oncológicos. Deben seguir desempeñando un papel de liderazgo a medida que se recuperan los servicios. Desafortunadamente, el cáncer seguirá aquí mucho después de que la pandemia acabe. The effects of cancer delays during the COVID-19 pandemic A riskstratified approach to planned cancer care during the COVID-19 pandemic: the Royal Marsden experience Providing supportive care for individuals living with cancer Taskforce report. Toronto: Ontario Cancer Treatment and Research Foundation Supportive care framework Person-centred care The Lived Experiences of Nurses Working During the COVID-19 Pandemic On self-compassion and self-care in nursing: Selfish or essential for compassionate care?