key: cord-0981624-m1jcq72l authors: Alcedo, J; Serra, J; de la Serna, J Pérez; Mas, P; Barba, E; Suárez, JF; Accarino, A title: RECOMENDACIONES DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE NEUROGASTROENTEROLOGIA Y MOTILIDAD (ASENEM) PARA EL REINICIO DE LA ACTIVIDAD DE LOS LABORATORIOS DE MOTILIDAD DIGESTIVA, TRAS EL CONFINAMIENTO POR EL ESTADO DE ALARMA DECRETADO A RAIZ DE LA PANDEMIA POR COVID-19 date: 2020-06-18 journal: Gastroenterol Hepatol DOI: 10.1016/j.gastrohep.2020.05.011 sha: d520b62477a74ff2dba96ca9ac788b82192ec39d doc_id: 981624 cord_uid: m1jcq72l Resumen El coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo tipo 2 (conocido por sus siglas en inglés, SARS-CoV-2) ha sido responsable del brote de la denominada enfermedad por coronavirus de 2019 (COVID-19), que ha llegado a tener la consideración de pandemia. Las estrategias adoptadas para su prevención han incluido medidas de distanciamiento social, así como la modificación, reducción o interrupción de gran parte de la actividad sanitaria habitual. Esto ha afectado de forma muy notable a la asistencia prestada en las Unidades de Motilidad Digestiva. Superado el pico de mortalidad y contagios por la infección, se ha observado durante las últimas semanas en España y otros países europeos, una reducción paulatina en las cifras de transmisión. Sin embargo, el riesgo de reactivación sigue siendo alto, por lo que es necesario disponer de una planificación que permita a los centros sanitarios reiniciar con seguridad para pacientes y profesionales, las exploraciones instrumentales vinculadas al manejo de la patología motora. La Asociación Española de Neurogastroenterología y Motilidad (ASENEM) ha elaborado una serie de recomendaciones prácticas basadas en la evidencia científica disponible y en el consenso de un panel de expertos, y adaptadas a los riesgos inherentes a cada actividad. Se incluyen propuestas de protección individual, pero también medidas organizativas y estructurales, cuyo objetivo es permitir reanudar progresivamente las exploraciones, minimizando la posibilidad de contagio. Abstract The severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2) was responsible for the outbreak of the 2019 coronavirus disease (COVID-19), which is now considered as a pandemic. The prevention strategies adopted have included social distancing measures and the modification, reduction or interruption of a large proportion of routine healthcare activity. This has had a significant impact on the care provided in Gastrointestinal Motility Units. Having passed the peak, in terms of mortality and infections, a gradual reduction in transmission figures has been observed in Spain and other European countries. The risk of reactivation, however, remains high, so it is necessary to have a plan in place that allows healthcare centres to safely resume, for their patients and professionals, instrumental examinations linked to the management of motor pathology. Based on the available scientific evidence and the consensus of a panel of experts, the Spanish Association of Neurogastroenterology and Motility (ASENEM) has drawn up a series of practical recommendations, which have been adapted to the risks inherent in each activity. These include individual protection proposals, as well as organisational and structural measures, which are conceived to allow for the gradual resumption of examinations while minimising the possibility of contagion. El coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo tipo 2 (conocido por sus siglas en inglés, SARS-CoV-2) ha sido responsable del brote de la denominada enfermedad por coronavirus de 2019 (COVID- 19) , que ha llegado a tener la consideración de pandemia. Las estrategias adoptadas para su prevención han incluido medidas de distanciamiento social, así como la modificación, reducción o interrupción de gran parte de la actividad sanitaria habitual. Esto ha afectado de forma muy notable a la asistencia prestada en las Unidades de Motilidad Digestiva. Superado el pico de mortalidad y contagios por la infección, se ha observado durante las últimas semanas en España y otros países europeos, una reducción paulatina en las cifras de transmisión. Sin embargo, el riesgo de reactivación sigue siendo alto, por lo que es necesario disponer de una planificación que permita a los centros sanitarios reiniciar con seguridad para pacientes y profesionales, las exploraciones instrumentales vinculadas al manejo de la patología motora. La Asociación Española de Neurogastroenterología y Motilidad (ASENEM) ha elaborado una serie de recomendaciones prácticas basadas en la evidencia científica disponible y en el consenso de un panel de expertos, y adaptadas a los riesgos inherentes a cada actividad. Se incluyen propuestas de protección individual, pero también medidas organizativas y estructurales, cuyo objetivo es permitir reanudar progresivamente las exploraciones, minimizando la posibilidad de contagio. The severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2) was responsible for the outbreak of the 2019 coronavirus disease (COVID- 19) , which is now considered as a pandemic. The prevention strategies adopted have included social distancing measures and the modification, reduction or interruption of a large proportion of routine healthcare activity. This has had a significant impact on the care provided in Gastrointestinal Motility Units. Having passed the peak, in terms of mortality and infections, a gradual reduction in transmission figures has been observed in Spain and other European countries. The risk of reactivation, however, remains high, so it is necessary to have a plan in place that allows healthcare centres to safely resume, for their patients and professionals, instrumental examinations linked to the management of motor pathology. Based on the available scientific evidence and the consensus of a panel of experts, the Spanish Association of Neurogastroenterology and Motility (ASENEM) has drawn up a series of practical recommendations, which have been adapted to the risks inherent in each activity. These include individual protection proposals, as well as organisational and structural measures, which are conceived to allow for the gradual resumption of examinations while minimising the possibility of contagion. La pandemia por COVID-19 ha requerido una redistribución de los recursos asistenciales y la implantación de severas medidas de distanciamiento social. Estas exigencias han modificado o incluso interrumpido gran parte de la actividad asistencial habitual. A pesar de que en los últimos días se observa una mejora sostenida en la propagación de la infección, la retirada completa del confinamiento y la vuelta a la normalidad previa al inicio de este proceso no tiene, por el momento, una fecha definida. Sin embargo, no es posible demorar los procedimientos diagnósticos y terapéuticos de otras patologías como las enfermedades digestivas hasta que el riesgo de contagio desaparezca por completo. En este escenario, la Asociación Española de Neurogastroenterología y Motilidad (ASENEM), antiguo Grupo Español de Motilidad Digestiva (GEMD), considera oportuno proporcionar al facultativo una serie de recomendaciones basadas en la experiencia y en la literatura científica disponible, para garantizar que la reanudación progresiva de la actividad en nuestro ámbito asistencial se haga con la máxima seguridad para los pacientes, profesionales sanitarios, y la comunidad en general. Estas recomendaciones contienen medidas estructurales y organizativas que necesariamente deben estar sometidas a evaluación periódica, siendo potencialmente modificables en función de la evolución cambiante de la epidemia y de los parámetros epidemiológicos disponibles en cada periodo y ubicación geográfica. Se plantearon una serie de preguntas clínicas a un panel de facultativos expertos de la Asociación Española de Neurogastroenterología y Motilidad (ASENEM), solicitando su resolución mediante recomendaciones de manejo basadas en la mejor evidencia científica disponible. En aquellos puntos en los que no existía esta evidencia se pidió a los autores participantes que contestaran de acuerdo con su experiencia. Con posterioridad se elaboró un primer borrador con toda la información recogida. Los aspectos donde hubo discrepancia y las áreas de mayor incertidumbre se debatieron de forma telemática hasta establecer un conjunto de recomendaciones consensuadas por todo el panel. Las enfermedades neurogastrointestinales y de la motilidad digestiva engloban, entre otras, enfermedades graves de la motilidad digestiva, como por ejemplo la acalasia, la gastroparesia, la pseudoobstrucción intestinal crónica, el megacolon y enfermedades congénitas graves como la enfermedad de Hirschsprung, que pueden tener consecuencias graves para la salud del individuo, tanto de forma directa como por complicaciones derivadas de las mismas. Si bien el estudio de estas patologías, así como la evaluación pre y postquirúrgica de otros procesos, no precisa ser realizado de forma urgente, salvo en situaciones excepcionales, tampoco puede ser demorado en exceso si se quiere evitar la aparición de complicaciones graves y frenar el deterioro en la calidad de vida ligado a estas enfermedades. El virus SARS-CoV-2, productor de la COVID-19, es un virus que ha mostrado una alta contagiosidad, y que hasta en un 10-15 % de los casos puede provocar síndrome de distrés respiratorio grave, con una mortalidad que en nuestro país se sitúa alrededor del 10 % de los casos confirmados 1 . La transmisión del virus se produce fundamentalmente por vía respiratoria, a través de la expulsión de microgotas al hablar (alcance de 1-2 metros), toser o estornudar (hasta 8 metros de alcance), siendo aún más probable cuando en estas u otras circunstancias (intubación J o u r n a l P r e -p r o o f 6 6 día de hoy, no se conoce el alcance exacto ni la duración de la inmunidad, por lo que en el momento de escribir este documento se recomienda tomar precauciones también en estos pacientes. 4. Paciente con estado inmunológico frente a la infección desconocido, que no es conocedor de padecer ni de haber padecido la COVID-19. Mientras no se realicen test masivos a la población, será el paciente más frecuente, si bien es escenario va a ir cambiando a medida que progrese la situación. Expertos del Johns Hopkins Center for Health Security 1 proponen que la reapertura de servicios, tanto sanitarios como sociolaborales, se produzca gradualmente en 4 fases: 1. Fase I: Es la fase de mitigación. Durante la misma es necesario el máximo distanciamiento social (confinamiento y cierre de espacios públicos) con el fin de enlentecer el ritmo de transmisión de la infección. Se evita así el colapso de los sistemas sanitarios, facilitando su adaptación y mejorando su capacidad para realizar el máximo número de test diagnósticos. El objetivo es diagnosticar y tratar a todos los casos y, en un segundo tiempo, buscar activamente a los casos portadores de la infección y a sus contactos cercanos. 2. Fase II: Da inicio a la reapertura de servicios, manteniendo la distancia social (1-2 m) y limitando las reuniones. Se puede considerar su inicio si se cumplen los siguientes criterios: 2.a. El número de casos nuevos desciende consecutivamente durante los últimos 14 días. 2.b. Los test de diagnóstico rápido son suficientes para investigar al menos a todos los pacientes sintomáticos, a sus contactos cercanos y a los trabajadores de servicios esenciales. 2.c. El sistema sanitario es capaz de atender de forma segura a los pacientes, lo que incluye disponer de EPI suficientes para sus trabajadores. 2.d. El sistema nacional de salud tiene la capacidad de realizar la trazabilidad de los contactos cercanos de los nuevos casos. o Se recomienda que el reinicio de la actividad en las pruebas de motilidad digestiva se realice de forma escalonada y adaptada a la situación epidemiológica de la infección por SARS-CoV- Debido a la interrupción temporal de las exploraciones durante la fase I de la pandemia, la demanda inicial podría sobrepasar a la oferta asistencial, por lo que puede resultar necesario priorizar las solicitudes en base a la gravedad estimada del cuadro clínico. ¿Se debe aplazar la realización de la prueba de motilidad mientras persista el periodo epidémico? o Se recomienda NO aplazar de forma indefinida las exploraciones de motilidad con indicación adecuada. Durante la fase I de la epidemia los laboratorios de Motilidad han permanecido cerrados. Por las razones expuestas en el epígrafe 2 durante la fase II debería iniciarse su reapertura gradual, adoptando las oportunas medidas de seguridad, que se detallan más adelante. o Se recomienda evaluar sistemáticamente el riesgo clínico de infección por COVID-19 de forma previa a la realización de cualquier estudio de motilidad. Se propone la realización de una llamada telefónica previa a la citación (separadas el menor tiempo posible), para conocer el estado del paciente respecto a la COVID-19, interrogando sobre los síntomas frecuentemente asociados a COVID (fiebre, tos y disnea o fatiga recientes, y anosmia), consultando sobre potenciales contactos estrechos recientes (últimas 2 semanas), y sobre si tiene test PCR o inmunológicos contra SARS-CoV-2. (Anexo 1). o Por el momento NO existe evidencia científica concluyente que avale realizar test microbiológicos pre-procedimiento para el diagnóstico de SARS-CoV-2 con el objetivo de modificar las medidas de protección individual frente a la infección. Un estudio reciente, basado en un modelo matemático, concluye que la realización de PCR porque no se conoce el número real de infectados en la población, y todas ellas dependerían de las variaciones en la prevalencia. Considerando estos datos, no es posible establecer que la PCR sea un instrumento lo suficientemente preciso para discriminar en qué situaciones debe emplearse un EPI. Por otro lado, existe riesgo de identificar como positivos a pacientes asintomáticos que realmente no tienen infección, lo que conllevaría necesidad de aislamiento para el paciente y su entorno. Con respecto a los test serológicos y test de detección de antígenos, poseen una baja sensibilidad en las primeras fases de la enfermedad, incluso en pacientes sintomáticos, comparado con PCR. Además, la detección del antígeno se negativiza antes que la PCR. El periodo sintomático de la COVID-19 suele ser de unos 10 días. Una vez superado el periodo sintomático en el 90% de los pacientes se detecta expulsión de RNA viral durante 10 días más, negativizándose el cabo de 15 días en casi el 100%. En general, se recomienda una demora para la citación del procedimiento de motilidad de 4 semanas desde el inicio de los síntomas, o desde la positividad del estudio microbiológico que indique infección actual, si el test se hubiera realizado en un individuo asintomático y no hubiera desarrollado posteriormente la enfermedad. En pacientes que hayan requerido hospitalización probablemente sea prudente prolongar la citación del procedimiento hasta transcurridas 6 semanas desde el inicio de los síntomas (se ha descrito excreción del virus en estos casos hasta 37 días después). En algunos pacientes se ha demostrado la persistencia de una prueba de PCR positiva en muestras fecales tras la negativización de las muestras obtenidas en vías respiratorias. Por otro lado, el resultado negativo de las pruebas diagnósticas de PCR no posee una sensibilidad suficiente para descartar la enfermedad en todos los casos. o En los pacientes asintomáticos que han tenido contacto estrecho, prolongado y sin la adecuada protección en las últimas 2 semanas con un sujeto infectado, se recomienda demorar la prueba hasta transcurridas al menos 2 semanas desde la fecha del contacto de riesgo. Si durante este periodo el paciente presentara síntomas, debería prolongarse la demora hasta cumplir 4 semanas desde el inicio de los síntomas. Aunque se ha reportado la posibilidad de periodos de incubación más prolongados (hasta 24 días), la OMS ha establecido el periodo medio de incubación de la infección por SARS-CoV-2 en 5,2 días, con un rango entre 1 y 14 días. o En los casos de pacientes probablemente inmunizados (han superado la enfermedad y su periodo de riesgo infectivo, o bien se trata de casos asintomáticos con un test que demuestra inmunidad IgG contra el SARS-CoV-2 y negatividad de IgM) NO está indicado demorar la citación de la prueba. o En los casos de pacientes asintomáticos con estado inmunológico desconocido NO está indicado demorar la citación de la prueba. Un estudio realizado en el norte de Italia en periodo de expansión logarítmica de la pandemia a pacientes con estado inmunológico desconocido, observó que la realización de procedimientos endoscópicos con un EPI (mascarilla de diferentes tipos, guantes, bata y gafas protectoras) se asoció con un riesgo de contagio potencial del 1% entre los pacientes, y del 4,3% entre los sanitarios, lo que resulta inferior al riesgo del 10% declarado para el resto de los sanitarios en la misma localización geográfica. o Se recomienda ajustar el tiempo asignado al procedimiento teniendo en cuenta las medidas necesarias para la prevención de la infección por COVID-19. Ello conllevará, probablemente, reducir el número de procedimientos y aumentar el tiempo asignado a cada uno. El tiempo preciso para la desinfección dependerá del tipo de paciente que se haya explorado, de las condiciones para ventilar el cuarto de trabajo y de la capacidad de cada centro para realizar de forma ágil el cambio de EPI y la desinfección de los potenciales fómites. De forma orientativa, estas acciones pueden precisar entre 15 y 30 minutos tras cada procedimiento. o Indicar al paciente la hora exacta a la que ha de acudir a la Unidad de Motilidad, para evitar aglomeraciones en la sala de espera. o Informar al paciente de que es aconsejable que acuda sólo. Si precisa acompañamiento, debe ser únicamente una persona, preferiblemente menor de 60 años, sin comorbilidad de riesgo y sin signos de sospecha de COVID. La edad superior a 60 años y patologías como diabetes, obesidad, hipertensión, broncopatía crónica, cardiopatía, y aquellas que comprometan la inmunidad, se han asociado a una peor evolución de la enfermedad. Por ello, los sujetos afectos debieran evitar situaciones favorecedoras del contagio, como la asistencia a centros hospitalarios, en especial si deben permanecer en salas de espera concurridas. o Las pruebas de motilidad sólo de forma excepcional tienen carácter urgente, por lo que se recomienda que en casos de infección por SARS-CoV-2, sean demoradas hasta la curación del proceso y superación del periodo de cuarentena recomendado. o En el caso excepcional de que en un paciente con sospecha o infección confirmada por COVID-19 la realización de un procedimiento de motilidad fuera inaplazable, se recomienda practicarlo en una de las salas de endoscopia o cirugía habilitadas para tal fin (idealmente salas con presión negativa), siguiendo las mismas recomendaciones que en pacientes con infección por COVID-19 sometidos a endoscopia urgente. o Asegurar la implementación de medidas básicas de higiene para la prevención de la infección entre el personal sanitario. Debe insistirse en medidas básicas como el lavado de manos con jabón, el empleo frecuente de soluciones desinfectantes y el cambio de uniforme después de cada jornada. o Utilizar equipos de protección individual (EPI) en todo el personal sanitario involucrado en la realización de un procedimiento de motilidad. Como norma general, se recomienda la utilización de pijama y calzado hospitalario, mascarilla o Minimizar el riesgo de que el paciente tosa accidentalmente sobre el explorador u otro personal, ajustando la altura de la camilla de forma que la parte superior de la cabeza del paciente esté por debajo de la barbilla del explorador, y evitando situarse en frente del paciente al introducir la sonda. o En todos los procedimientos de motilidad del tracto digestivo superior es recomendable el EPI estándar (Anexo 4). El riesgo de generación de aerosoles en estas exploraciones es mínimo. Bajo estas condiciones las mascarillas quirúrgicas y las FFP2 (N95) han demostrado protección similar frente a las infecciones por virus respiratorios. Así, el mayor riesgo en esta exploración sería el derivado del contacto con material fecal. Ahora bien, a pesar de que el RNA del virus se ha detectado en las heces, no se ha reportado ningún caso de transmisión de la enfermedad por esta vía. Algunos investigadores han cuestionado la viabilidad del virus en las heces y su capacidad infectiva en el medio hospitalario, sugiriendo sólo un papel potencial de contagio en situaciones de hacinamiento. o Se recomienda mantener los periodos de formación para los médicos residentes, respetando las medidas de protección mencionadas (EPI) y la distancia de seguridad recomendada. o Antes de salir de la sala, se aconsejará al paciente un lavado de manos o de los guantes, si los llevara, con solución hidroalcohólica. ¿Cómo debe realizarse la desinfección de dispositivos, material y superficies? (Anexo 5). o La desinfección y reprocesamiento de las sondas reutilizables en exploraciones de motilidad se realizará siguiendo los protocolos habituales. Existe acuerdo en mantener los protocolos de desinfección habituales para el caso de los endoscopios. Las sondas de manometría pueden seguir el mismo proceso o pueden ser sometidas a desinfección de alto nivel, cuyos componentes activos forman parte de los principios con eficacia declarada frente al virus. o Cuando se usen sondas manométricas de perfusión es aconsejable mantener la perfusión una vez extraído el catéter del paciente, y evitar en lo posible la apertura de la bomba de agua durante el procedimiento. Cuando se realicen lavados manuales, es aconsejable que la perfusión se mantenga durante las fases de limpieza con jabón y desinfección. Si el procesado se realiza mediante lavadoras de endoscopios, con desinfección interna de los canales, la perfusión puede interrumpirse inmediatamente después de la extracción. Se aconseja llenar la bomba de agua del manómetro antes de iniciar las exploraciones de la jornada, para evitar en la medida de lo posible su apertura intraprocedimiento. o Es aconsejable guardar registro de la actividad y asegurar que se está realizando de forma segura. o Se aconseja revisar y, en su caso, adaptar los protocolos de obtención, manejo y análisis de las muestras para reducir el riesgo de transmisión directa por aerosoles y para evitar la contaminación de los aparatos y zonas colindantes. Existen diferentes métodos comercializados para el análisis de los test de aliento, así como diferentes métodos de recogida de las muestras, que incluyen que el paciente sople directamente en tubos de cristal que se tapan para el análisis posterior, bolsas herméticas para el almacenamiento de gases, o analizadores portátiles en los que los pacientes soplan directamente en el analizador a través de filtros específicos. Debido a que el test de aliento implica el análisis del aire exhalado por el paciente, y a que no existen estudios comparativos en la actualidad que muestren las posibles ventajas contra desventajas de cada uno de estos métodos, la recomendación es revisar el protocolo de realización de estos test en cada laboratorio, para adaptar el método empleado a las circunstancias actuales, teniendo en cuenta dos parámetros básicos: 1. la seguridad del personal que recoge las muestras y el que las analiza, y 2. la correcta desinfección de los materiales y los locales en los que se realizan las pruebas. ¿Cuál es el procedimiento para la toma de muestras? o Durante la recogida de muestras se extremarán las medidas dependiendo de la metodología y características locales, para evitar la propagación de aerosoles. Es aconsejable disponer de una sala amplia y bien ventilada, en la que se pueda cumplir con las distancias de seguridad. Si la metodología lo permite, los pacientes pueden realizar el estudio en su domicilio, acudiendo previamente al Laboratorio de Motilidad para recibir el carbohidrato (en los test de hidrógeno) y ser instruidos en el muestreo. Al finalizar devolverán las muestras al Servicio para su posterior análisis. o Tras la recepción de las muestras debe asegurarse la estanqueidad del almacenaje y la seguridad del transporte hasta el laboratorio de análisis. o El personal que procesa la muestra y aquel que permanezca junto al paciente durante las maniobras de exhalado, debe portar un EPI estándar. o Una vez finalizado el análisis, se tomarán las mismas medidas de desinfección recomendadas para las pruebas de motilidad. Para la desinfección de los monitores portátiles y sus cánulas intermedias debe evitarse el empleo de alcohol porque daña el sensor. En este caso es aconsejable el uso de soluciones viricidas no alcohólicas o toallitas desinfectantes según especificaciones del fabricante. o Poseen alto potencial de generación de aerosoles, por lo que se recomiendan las mismas medidas de protección que para los procedimientos de motilidad del tracto digestivo superior. Agradecemos la revisión y aportaciones a este documento realizados por los Dres. Antonio Ruiz La edición del manuscrito no ha recibido financiación externa. Los autores declaran no tener conflictos de intereses para la redacción del presente manuscrito. Se recomienda que el reinicio de la actividad en pruebas de motilidad digestiva se realice de forma escalonada y adaptada a la situación epidemiológica de la infección por SARS-CoV2. Se recomienda NO aplazar de forma indefinida las exploraciones de motilidad con indicación adecuada 3. Por el momento NO existe evidencia científica concluyente que avale realizar test microbiológicos pre-procedimiento para el diagnóstico de SARS-CoV-2 con el objetivo de modificar las medidas de protección individual frente a la infección. Se recomienda evaluar sistemáticamente el riesgo clínico de infección por COVID-19 de forma previa a la realización de cualquier estudio de motilidad. En los pacientes con infección actual COVID-19 confirmada mediante test microbiológico, o de sospecha (clínica compatible sin confirmación microbiológica), se recomienda demorar la prueba hasta transcurrido un mínimo de 4 semanas desde el inicio de los síntomas, independientemente de que la PCR se negativice antes. En los pacientes asintomáticos que han tenido contacto estrecho, prolongado y sin la adecuada protección en las últimas 2 semanas con un sujeto infectado, se recomienda demorar la prueba hasta transcurridas al menos 2 semanas desde la fecha del contacto de riesgo. Si durante este periodo el paciente presentara síntomas, debería prolongarse la demora hasta cumplir 4 semanas desde el inicio de los síntomas. En los casos de pacientes probablemente inmunizados (han superado la enfermedad y su periodo de riesgo infectivo, o bien se trata de casos asintomáticos con un test que demuestra inmunidad IgG contra el SARS-CoV-2 y negatividad de IgM) NO está indicado demorar la citación de la prueba. En los casos de pacientes asintomáticos con estado inmunológico desconocido NO está indicado demorar la citación de la prueba. Se recomienda ajustar el tiempo asignado al procedimiento teniendo en cuenta las medidas necesarias para la prevención de la infección por COVID-19. Ello conllevará, probablemente, reducir el número de procedimientos y aumentar el tiempo asignado a cada uno. 10. Indicar al paciente la hora exacta a la que ha de acudir a la Unidad de Motilidad, para evitar aglomeraciones en la sala de espera. 11. Informar al paciente de que acuda sólo. Si precisa acompañamiento, debe ser únicamente una persona, preferiblemente menor de 60 años, sin comorbilidad de riesgo y sin signos de sospecha de COVID. 12. Proporcionar al paciente y a su acompañante los medios para que realicen un lavado de manos con solución hidroalcohólica a su entrada a la sala de espera y cuando abandonen la Unidad de Motilidad. por debajo de la barbilla del explorador, y evitando situarse en frente del paciente al introducir la sonda. 27. En todos los procedimientos de motilidad del tracto digestivo superior es recomendable el EPI estándar. 28. En la manometría y biofeedback anorrectal puede ser suficiente el empleo de mascarilla quirúrgica, guantes dobles y bata no impermeable. Si se realizan maniobras defecatorias, es recomendable añadir protección ocular con gafas o pantalla y optar por mascarillas FFP2-3 o N-95. 29 . Se recomienda mantener los periodos de formación para los médicos residentes, respetando las medidas de protección mencionadas (EPI) y la distancia de seguridad recomendada. 30. La desinfección y reprocesamiento de las sondas reutilizables en exploraciones de motilidad se realizará siguiendo los protocolos habituales. 31 . Cuando se usan sondas manométricas de perfusión es aconsejable mantener la perfusión una vez extraído el catéter del paciente, y evitar en lo posible la apertura de la bomba de agua durante el procedimiento 32. Desconectar la sonda de pH o pH-Impedanciometría del registrador antes de retirarla, para facilitar su desechado rápido a una bolsa de plástico 33. El registrador de pH-metría o pH-Impedanciometría, así como la funda y la correa de sujeción, deben dejarse en un recipiente para proceder a su desinfección mediante solución con alcohol al 70% u otro viricida, antes de realizar el volcado de datos. 34 . Desinfectar la camilla, barandilla, y otros elementos con los que haya tenido contacto el paciente o el explorador con los viricidas recomendados por el Ministerio de Sanidad. 35. Evitar compartir utensilios: teléfono, ordenador, material de escritura, o desinfectarlos regularmente antes y después de su empleo. 36. El personal sanitario debe retirarse el EPI en la misma sala donde se realice el procedimiento o en una sala habilitada específicamente para tal uso, dependiendo de la disponibilidad. 37. Los materiales de un solo uso empleados se deben desechar a un contenedor para restos biológicos considerados infecciosos (Categoría B, UN 3291). 38. La ropa para cubrir la camilla debe tratarse como textil de riesgo, y ser almacenada en una bolsa de plástico cerrada, si el paciente tiene una COVID-19 confirmada o alta sospecha de esta. 39. Es aconsejable contactar con el paciente 15 días después del procedimiento y valorar el estado de infección por COVID-19, con objeto de vigilar la posible transmisión nosocomial (trazabilidad). 40. Es aconsejable guardar registro de la actividad y asegurar que se está realizando de forma segura. Estudios de Hidrógeno Espirado y de aliento para Helicobacter pylori. 41. Se aconseja revisar y, en su caso, adaptar los protocolos de obtención, manejo y análisis de las muestras para reducir el riesgo de transmisión directa por aerosoles y para evitar la contaminación de los aparatos y zonas colindantes. 42. Durante la recogida de muestras se extremarán las medidas dependiendo de la metodología y características locales, para evitar la propagación de aerosoles. 43. Tras la recepción de las muestras debe asegurarse la estanqueidad del almacenaje y la seguridad del transporte hasta el laboratorio de análisis. 44. Se realizará la medición del aire espirado siguiendo el protocolo habitual. 45. El material desechado debe ser depositado en un contenedor específico para el procesado de productos biológicos potencialmente contaminados. 46. Se recomienda que el personal que instruye al paciente para la toma de las muestras vaya provisto de mascarilla FFP2 (N95) o FFP3 y guantes. 47. El personal que procesa la muestra y aquel que permanezca junto al paciente durante las maniobras de exhalado, debe portar un EPI estándar. 48. Una vez finalizado el análisis se tomarán las mismas medidas de desinfección recomendadas para las pruebas de motilidad. 49. Poseen alto potencial de generación de aerosoles, por lo que se recomiendan las mismas medidas de protección que para los procedimientos de motilidad del tracto digestivo superior. Figr-2 Public Health Principles for a Phased Reopening During COVID-19: Guidance for Governors The epidemiological and clinical features of COVID-19 and lessons from this global infectious public health event Informe sobre la situación de COVID-19 en personal sanitario en España. Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica COVID-19 polymerase chain reaction testing before endoscopy: an economic analysis Press Journal Pre-Proof COVID-19 and gastrointestinal endoscopies: current insights and emergent strategies Evidence Based Management Guideline for the COVID-19 Pandemic -Review article Stability of SARS-CoV-2 in different environmental conditions Review article: gastrointestinal features in COVID-19 and the possibility of faecal transmission Digestive system involvement of novel coronavirus infection: prevention and control infection from a gastroenterology perspective Gastrointestinal Manifestations of SARS-CoV-2 Infection and Virus Load in Fecal Samples from the Hong Kong Cohort and Systematic Review and Meta-analysis Prolonged presence of SARS-CoV-2 viral RNA in faecal samples Antibody responses to SARS-CoV-2 in patients of novel coronavirus disease 2019 Application and optimization of RT-PCR in diagnosis of SARS-CoV-2 infection Guía para la Utilización de Test Rápidos de Anticuerpos para COVID-19. Ministerio de Sanidad. Instituto de Salud Carlos III Interpretación de las pruebas diagnósticas frente a SARS-CoV-2. Ministerio de Sanidad. Instituto de Salud Carlos III y colaboración de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica ITALIAN GI-COVID19 Working Group. Low risk of covid-19 transmission in GI endoscopy Management of endoscopes, endoscope reprocessing, and storage areas during the COVID-19 Pandemic on behalf of the AGA, AGA Institute Rapid Recommendations for Gastrointestinal Procedures During the COVID-19 Pandemic The Association of Coloproctology of Great Britain and Ireland (ACPGBI) Recomendaciones generales de la SEPD y la AEG y sobre el funcionamiento en las unidades de endoscopia digestiva y gastroenterología con motivo de la pandemia por SARS-CoV-2 (18 de marzo) Facial mask: A necessity to beat COVID-19. Build Environ Facemasks and the Covid 19 pandemic: What advice should health professionals be giving the general public about the wearing of facemasks? Nurs Health Sci ECRI Clinical Evidence Assesment on tne Safety of Extended Use and Reuse of N95 Respirators Medical masks vs N95 respirators for preventing COVID-19 in healthcare workers: A systematic review and meta-analysis of randomized trials. Influenza Other Respir Viruses Overview of guidance for endoscopy during the coronavirus disease 2019 (COVID-19) pandemic Instructions for use, cleaning and storage for manometric water-perfused and/or barostat catheter. Mui Scientific Protection and disinfection policies against SARS-CoV-2 (COVID-19) Protecting Health Care Workers during the COVID-19 Coronavirus Outbreak -Lessons from Taiwan's SARS response Guidance for the Selection and Use of Personal Protective Equipment (PPE) in Healthcare Settings Medidas higiénicas para la prevención de contagios del COVID-19 Guía sobre la reglamentación relativa al transporte de sustancias infecciosas Organización Mundial de la Salud Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO Tanto el paciente como su acompañante deben llevar puesta una mascarilla facial durante su estancia en las instalaciones hospitalarias En la medida de lo posible (por ejemplo, durante exploraciones ano-rectales), se aconseja que el paciente también mantenga la mascarilla facial colocada durante toda la realización de la prueba Se recomienda que todo el personal sanitario o administrativo de la Unidad no involucrado directamente en el procedimiento, porte mascarilla facial y realice lavado periódico de manos Ningún sanitario con síntomas compatibles con COVID-19 debe realizar exploraciones de motilidad Ningún sanitario que haya presentado un contacto estrecho y prolongado con un enfermo de COVID-19, sin protección adecuada (por ejemplo, ámbito familiar), debe realizar exploraciones de motilidad hasta haber completado el periodo de cuarentena, o cuando se haya descartado mediante test microbiológico su capacidad de transmitir el virus En la sala de espera la distribución de los espacios y asientos debería permitir mantener una distancia de seguridad interpersonal de al menos 1,5 metros (idealmente 2 metros) En la sala de espera no debiera haber revistas ni otros objetos que puedan actuar como fómites En caso de superar los 37,2 ºC, y no tratarse de un caso de urgencia excepcional, debería suspenderse la exploración y reprogramar la cita del paciente una vez cumplidos los plazos adecuados y/o realizadas las pruebas diagnósticas indicadas para asegurar que se ha superado el periodo infectivo Se recomienda reinterrogar al paciente sobre aparición en las últimas horas (desde el contacto telefónico para el cribado) de síntomas sospechosos de COVID-19, antes de acceder al laboratorio de motilidad, actuando, en caso de positividad Las pruebas de motilidad sólo de forma excepcional tienen carácter urgente, por lo que se recomienda que en casos de infección por SARS-CoV-2, sean demoradas hasta la curación del proceso y superación del periodo de cuarentena recomendado En el caso excepcional de que en un paciente con sospecha o infección confirmada por COVID-19 la realización de un procedimiento de motilidad fuera inaplazable, se recomienda practicarlo en una de las salas de endoscopia o cirugía habilitadas para tal fin (idealmente salas con presión negativa), siguiendo las mismas recomendaciones que en pacientes con infección por COVID 19 sometidos a endoscopia urgente Asegurar la implementación de medidas básicas de higiene para la prevención de la infección entre el personal sanitario Utilización de equipos de protección individual (EPI) en todo el personal sanitario involucrado en la realización de un procedimiento de motilidad Minimizar el riesgo de que el paciente tosa accidentalmente sobre el explorador u otro personal, ajustando la altura de la camilla de forma que la parte superior de la cabeza del paciente esté