key: cord-0876647-nwe3vsod authors: de la Luz Casas Martínez, Ma title: Enseñanzas De La Pandemia Covid-19 El Reencuentro Con La Vulnerabilidad Humana date: 2020-09-29 journal: nan DOI: 10.1016/j.bioet.2020.09.001 sha: 28346494eae0db6cdf7347faa1c181a4bcfa3bc1 doc_id: 876647 cord_uid: nwe3vsod The pandemic caused by the new virus COVID-19 has shaken humanity due to its serious repercussions in many fields, not only in health, but also at an economic, political, and social level. From the ethical perspective, crises always lead to reflection, and in this case, the re-encounter with an aspect of the human condition, vulnerability, has been evident. Today's extreme hedonistic and autonomous society has tried to forget about this aspect, which makes it uncomfortable, but which cannot be ignored with this terrible crisis. Vulnerability also has an important ethical aspect, and therefore its recognition and the will to minimise its effects is necessary. The present reflection is based on the thoughts of Martha Nussbaum, who provides a joint vision on the consideration of vulnerability and justice; a very necessary approach in today's society. la salud y la economía, sino de vínculos humanos, como la amistad, el respeto, el amor, ya que solamente otro humano puede reconocer y comprender nuestras carencias y compartir y ayudar en nuestras necesidades. La vulnerabilidad, por tanto, presenta un aspecto positivo, pues al ser compartido puede promover la relación humana de empatía, solidaridad y subsidariedad y al contrario el desconocimiento de la vulnerabilidad por aquellos que se presentan como invulnerables desde la perspectiva económica o del poder, pueden cometer graves actos de deshumanización, pues no identifican como semejante la dignidad de los otros, aunque tarde o temprano llegarán a ellos las crisis vitales que por naturaleza se poseen y tendrán que reflexionar sobre ello. Como se señaló anteriormente, la realidad nos muestra que todos los seres humanos, como criaturas, somos individuos frágiles, necesitados e incompletos, desvalidos ante males materiales y victimas del mal moral ocasionado por otros ya sea provocado o no intencionalmente. La existencia siempre esta rodeada de riesgos, los cuales aprendemos a manejar desde la infancia, riesgos fisicos, riesgos psicologicos y esprituales, fortaleciendo la inteligencia, desarrollando estrategias, mas nunca esto es suficiente, como nos lo muestra la situación critica de esta pandemia. Así, para minimizar los riesgos de la vulnerabilidad, primero hay que reconocerla y segunda, desarrollar estrategias protectoras. Bajo los hechos de esta pandemia existieron muchas fallas al respecto como fue el retraso en su reconocimiento, en la falta de estudio a través de autopsias bajo protocolo y especialmente en la deficiencia de los sistemas de salud para afrontarla (WHO,2020). Faltaron reconocimiento y estrategias protectoras, especialmente en países en desarrollo en donde en ocasiones ya se contaba con un servicio de salud deficiente y depauperado. La pandemia ha mostrado a los gobiernos la reconsideración de la salud como uno de los bienes más importantes de su población, sin ella no hay economía, sociedad ni estabilidad, la pandemia a mostrado que el gasto destinado a la salud es una inversión poderosa para los estados. Ante situaciones personales o ampliamente difundidas en medios masivos de comunicación se han suscitado emociones morales de acercamiento humano como la compasión, la empatía, la ayuda a conocidos y desconocidos. Para Nussbaum, las emociones son respuesta a la condición de vulnerabilidad. Este tipo de emociones provienen del reconocimiento de otro y los limites nuestra autosuficiencia frente a las circunstancias particulares de la vida, de darles significado humano. Estas reacciones las hemos visto en la angustia ante la escasez de insumos de bienes indivisibles como fue el caso de las unidades de cuidados intensivos y respiradores, el sostenimiento del confinamiento, la pérdida laboral, el limite económico de muchas familias, la falta de insumos para personal de salud, la imposibilidad de lograr servicio médico o psicológico en urgencias. Muchos actos humanitarios se han constatado, muchas personas e instituciones, a través de las personasque las conforman, formadas por personas) se han manifestado ayudando en sus capacidades a quellos más carentes. Sin duda la compasión puede ser una forma inestimable de acrecentar la conciencia ética como señala Nussbuam: "la persona siempre tendrá razones más sólidas para alentar el ejercicio de la imaginación compasiva que atraviesa las fronteras sociales y propende por la defensa de los derechos fundamentales" (Nussbaum, 2001, p. 130 ). El sufrimiento reconocido del otro en forma empatica nos hace semejantes, nos humaniza. Así se ha percibido en esta pandemia a través de los medios de comunicación, hay igualdad ante ella para todas las personas independientemente de su raza, color, país, cultura,estado económico o social, la vulnerabilidad, el dolor y la muerte es semejante para todos, en forma real o hipotética, podemos identificarnos. Las decisiones politicas no se plantean ni se realizan en el abstracto, las hacen las personas, sus valores y objetivos y por ello, la formación moral de cada individuo en Nussbaum reflexiona precisamente sobre ello en su libro Emociones políticas (2014), donde plantea el importante valor ético de las emociones y su influencia en la vida política de las actuales sociedades democráticas. Desde finales de los años noventa, Nussbaum ha propuesto la idea de que existe un vínculo entre emociones, justicia social y vida moral, la autora señala que las capacidades humanas parte de la comprensión de las emociones que pueden motivar la compasión y el amor, que tienen una relevante, pero también aquellas que obstaculizan las conquistas de la justicia, como el odio hacia personas o grupos ocasionados por emociones ligadas a estereotipos o creencias (Nussbaum, 2008) . Las emociones muchas veces no tienen base racional o argumentativa solida, pero su fuerza motiva muchas veces las acciones y por ello la necesidad de su comprensión. En el caso de esta grave problemática de salud, la compasión puede servir de sostén a la idea de justicia formulada en el enfoque de las capacidades (Nussbaum, 2002) . Sin embargo, esta emoción no es por ella misma una solución universal, teniendo en cuenta que las personas suelen sentirla de un modo restringido y desigual. Por consiguiente, nos señala la autora, dos de las preguntas que se nos plantean frente a las emociones que resultan relevantes para el ámbito de la política serían ¿cómo apoyar el concepto de la igualdad humana? Y ¿cómo educar las emociones respetando la libertad de expresión y el debate? (Nussbaum, 2012, p. 213) . Numerosas expresiones emotivas hemos podido observar a través de medios masivos de comunicación, no solamente en aquellos individuos en que las perdidas han sido irreparables, sino en manifestaciones comunitarias que se han hecho patentes aún en aislamiento por medio de videograbaciones distribuidas e n medios masivos como youtube, whatsaap, streaming, televisión o medios escritos, como ha sido el caso de personas que desde su ventana se manifiestan en acciones compartidas de aliento y esperanza hacia el personal de salud o de la comunidad en general. Las emociones mueven personas y comunidades. Aunque, como nos lo muestra la ética, las emociones no deberían ser el sustento principal de las acciones, sino un medio para la autoreflexión y la formación moral de un individulo. Nussbaum entonces se dirige hacia el tratamiento de las emociones y su relación con el razonamiento ético como un medio para cultivar la ciudadanía democrática que se necesita en las actuales sociedades liberales (Nussbaum, 2008; 2012) . Los politicos en la practica, si toman encuenta las emociones, pues muchas personas no llegan a través de ellas al proceso de argumentación. Por tanto, un modo de influencia politica es el peso de las emociones públicas, las cuales pueden constituir elementos valiosos en la aspiración a la justicia. Ante esta gran problemática mundial, el altruismo ha sido uno de los puntos más necesarios que enfrentarla, especialmente por que se trata de una tarea imposible de abordar sin el apoyo de la comunidad. El estado, el sistema de salud efectivamente es esencial,pero también lo es que cada persona colabore en la disminución del contagio, que amenaza realmente la capacidad de atención de los pacientes, especialmente aquellos graves. Sin colaboración comunitaria, no es posible contener una transmisión viral efectiva. Nussbaum apunta: "Hoy tenemos la urgente necesidad de contar con una buena teoría explicativa de las emociones de los ciudadanos y las ciudadanas en una sociedad digna. Esta tarea exige una reflexión conceptual sobre las emociones, sobre cómo surgen y se despliegan, sobre cuál es su estructura y sobre cómo interactúan entre sí" (Nussbaum, 2012, p. 120). En "La terapia del deseo" Nussbaum (2003) reflexionaba la importancia de las emociones a partir de una revisión crítica de Aristóteles, los estoicos y los epicúreos y señala que un detonante importante sería la compasión. La compasión es una emoción que posee un potencial relevante para la reflexión ética, porque va asociada a la deliberación humana que compara al "buen vivir" con la carencia real de ella. El concepto es también referido por Pinedo (2017) , quien realiza una interesante aportación señalando que "…la compasión es una intuición moral que nos informa acerca del mejor modo de comportarse para contrarrestar, mediante la consideración, el respeto y la benevolencia, la extrema vulnerabilidad de las personas, una emoción vinculada con la búsqueda de la justicia y la acción moral, en donde se pone en juego la conciencia por medio de juicios, decisiones y compromisos que dan cuenta de los principios y fines que orientan a la persona, y que son capaces de humanizar la realidad al traducirse en obras para los demás." sociales, la economía y por supuesto la medicina y psicología lo reconocen y ya que se reconoce, la racionalidad humana nos pide prevenirla o minimizarla en lo posible. Si es cierto que todos somos vulnerables, no todos lo somos de la misma forma o grado. Existen diversos factores de riesgo, genéticos, conductuales personales, sociales y hasta históricos. En el caso de esta pandemia, la enfermedad física puede estar unida a trastornos psicológicos de angustia y ansiedad y también a crisis económica y social. Los factores de vulnerabilidad se combinan y son complejos. Si bien la resignación es una forma personal de negarse a la lucha ante la creencia de lo inevitable, es también una forma de perdida de dignidad que puede llevar poco a poco no solamente a la desesperanza, sino a la depresión profunda. Pero, existen aquellos que no se rinden ante la adversidad o que cuentan con el apoyo de aquellos que practican la compasión y que los acompañan a superar sus factores vulnerables con un sentido de humanidad. Como sugiere Nussbaum, "el gran papel de las emociones juegan en forma importante en la trayectoria de las vidas humanas…si nos olvidamos de las respuesta emotivas…dejamos fuera gran parte de nuestra humanidad" (Nussbaum, 2004) Las crisis vitales promueven la reflexión humana. Valores y falta de ellos aparecen frente al dolor, la muerte y el sufrimiento. Esta pandemia nos hace reflexionar en cómo afrontarla, esta y las futuras en forma más eficiente y humanizada. Por la misma característica de estos eventos, son necesarias las acciones personales y comunitarias, pero también las políticas para poder contar con los medios y medidas que apoyen las acciones reguladoras de los males que se presenten. La reflexión en torno a la vulnerabilidad humana nos lleva a un campo poco apoyado por la educación informal de la sociedad actual, gran parte de ella situada en el egocentrismo, la autonomía irrestricta y el hedonismo. Al reconocer la vulnerabilidad humana y social como parte de nuestra naturaleza se podrán realizar mejores estrategias. repercutan en la vida política de los países, a fin de llegar al respeto y dignidad que cada persona tiene. No es la resignación una actitud humana aceptable pues disminuye el reconocimiento de la dignidad de cada persona, es necesaria el enfrentamiento inteligente de los diversos factores de vulnerabilidad. Si bien el sufrimiento es vivencial y no puede ser completamente compartido por otro, si existe una identificación aproximativa que nos acerca como humanos, que nos lleva del "yo" al "tu" a su ayuda y acompañamiento, que nos recuerda que la naturaleza humana también es benevolente y busca el bien y la justicia. Los desastres naturales no pueden ser previstos ni evitados completamente, pero sin duda, la formación moral de las personas pueden contener mecanismos de defensa apropiados y útiles ante ellas. Los valores morales aplicados son la base de nuestra humanidad y por ello la reflexión sobre ellos es una enseñanza importante de este grave momento histórico. Es nuestro deber reconocer y disminuir el daño de la vulnerabilidad intrínseca de nuestra naturaleza. Sin duda la formación ética y su detonante emotivo puede desarrollar estrategias exigibles políticamente para obtener cambios significativos en las próximas emergencias. La vulnerabilidad humana es real, intrínseca e imposible de evitar al cien por ciento, pero también es necesaria, pues detona grandes valores y acciones humanas que caracterizan a la especie como digna y responsable. Esta pandemia también nos ha aportado muchas acciones y reflexiones positivas, que parten precisamente de lo que somos, una humanidad compasiva. Academia Española de la Lengua. Diccionario. Consultado 3 agosto. Las mujeres y el desarrollo humano. El enfoque de las capacidades El ocultamiento de lo humano. Repugnancia, vergüenza y ley Paisajes del pensamiento. La inteligencia de las emociones De la benevolencia a la ciudadanía compasiva: La recuperación de conceptos claves para el cultivo de la democracia. Límite: Revista Interdisciplinaria de Filosofía y Psicología WHO (2020) Enfermedad por el Coronavirus (COVID-19) Enfermedad por el Coronavirus (COVID-19) World Health Organization. COVID-19. Consultado 10-ag-2020