key: cord-0866361-j527wtsx authors: Guisasola, Jacobo Silva; Hernández-Vaquero, Daniel title: La pandemia COVID-19 y el cirujano cardiovascular en España: Lecciones aprendidas date: 2020-04-30 journal: Cirugía Cardiovascular DOI: 10.1016/j.circv.2020.04.001 sha: 2bbb43bb93d81555cfdd3b8ba1e859155a521b88 doc_id: 866361 cord_uid: j527wtsx nan Los primeros casos de peste negra aparecieron en 1320 en el desierto del Gobi, en el año 1331 llegó a China, en 1338 a Rusia y finalmente llegó en el año 1346 a Europa a través de Italia, fruto de las relaciones comerciales de la época. Esta es considerada la mayor pandemia de la historia, matando a 50 millones de personas. Esta epidemia supuso un cambio profundo en la sociedad y es considerado el punto de inflexión entre el fin de la Edad Media y el inicio del Renacimiento. Para hacer frente a la peste, se crearon los doctores de la peste, entre los cuales el más destacado fue Nostradamus. Aunque las medidas que tomaban no eran del todo eficaces y respondían a creencias mágicas, incluida la flagelación que no hacía mas que transmitir mejor la enfermedad mediante las pulgas, si cuidaban de los enfermos, realizaban autopsias, se deshacían de los cadáveres y llevaban un registro de los pacientes fallecidos. Un porcentaje muy importante de ellos acabaron contagiándose y falleciendo por la enfermedad. En los siglos XVII y XVIII los médicos de la peste idearon unas máscaras para protegerse "del mal aire" y así protegerse de los contagios.(Ver Figura 1). Esta editorial no pretende establecer un símil apocalíptico entre la peste y la pandemia por COVID-19, es obvio que las características epidemiológicas de la enfermedad y la forma en la que los sistemas de salud pública actuales afrontan estas situaciones son diametralmente opuestos. Sin embargo, como fenómeno antropológico, sociológico y de comportamiento humano pudieran encontrarse similitudes, salvando eso sí la distancia histórica. En esta situación excepcional que esta viviendo nuestra sociedad, los profesionales sanitarios nos hemos visto inmersos de una forma abrupta y en ocasiones dramática en una presión asistencial y porque no decirlo, emocional, sin precedentes. Los cirujanos cardiovasculares no somos una excepción. Nunca un problema de salud tipo Pandemia tuvo una difusión mediática tan rápida, extensa y si se permite el adjetivo "Brutal". La situación actual de globalización y de acceso a la información de medios y redes sociales ha llevado a la OMS a definirla como una "Infodemia". El acceso a las noticias en tiempo real a través de los diferentes medios, sin ningún tipo de filtro, ha generado una serie * Autor para correspondencia. Hospital Universitario Central de Asturias, Avenida Hospital Universitario Central de Asturias s/n., Oviedo 33011, España. Tel.: +985 10 9417 36152. Correo electrónico: jsilva8252@yahoo.es (J.S. Guisasola). al coronavirus, sino a otras enfermedades y afecciones comunes como ataques cardíacos, derrames cerebrales, traumatismos etc. que no se tratan adecuadamente. Si el nivel de la epidemia abruma al sistema de salud y las medidas extremas solo tienen una eficacia modesta, entonces aplastar la curva puede empeorar las cosas: en lugar de verse abrumado durante la fase corta y aguda, el sistema de salud seguirá abrumado por un período mas prolongado. Esta es otra razón por la que necesitamos datos sobre el nivel exacto de la actividad epidémica" 6 . Este razonamiento debe alertar a nuestra especialidad, que sin duda ha dejado de tratar patologías con riesgo vital de forma inevitable. Será preciso, pasado el pico de la epidemia, diseñar planes de choque en los diferentes servicios del país, para reducir un aumento seguro en las listas de espera quirúrgica. Dicho esto, lo único que nos toca a los cirujanos cardiovasculares, como profesionales y ciudadanos, es cumplir escrupulosamente las recomendaciones de las autoridades sanitarias. El debate está abierto, porque a día de hoy no hay ninguna evidencia sólida. El tiempo dirá cual fue la mejor estrategia y dejemos a los especialistas en salud pública que nos asesoren 7 . Hoy es 27 de Marzo de 2020, estamos inmersos en una situación muy complicada y excepcional como decíamos al inicio de esta editorial y esto nos ha afectado también a los cirujanos cardiovasculares. Muchos centros de nuestro país han parado su actividad quirúrgica programada, hay cirujanos atendiendo a enfermos en las llamadas plantas de hospitalización COVID o unidades de cuidados intensivos postquirúrgicos convertidas a UVIs-COVID y en ocasiones nos vemos inmersos en la toma de decisión complicada y muy controvertida de implantar un ECMO. A nivel sociosanitario estamos viviendo una situación inédita y la respuesta de nuestro sistema de salud está siendo heroica. También la de los profesionales de nuestra especialidad. Unido a la presión emocional y mediática surge el riesgo real de ser contagiados en el hospital, recordemos que a día de hoy el 12% de los casos COVID-19 en nuestro país son profesionales sanitarios. Debemos extremar las mediadas de asilamiento en los casos que van a ser operados de urgencia o que pueden ser contagiados dentro del hospital y en este sentido es muy recomendable realizar pruebas de detección rápida en los casos sospechosos. En este contexto pueden haber respuestas de pánico y estrés laboral difíciles de controlar. En nuestra experiencia personal y por la comunicación con otros centros del país, la respuesta de los cirujanos cardíacos, acostumbrados a vivir situaciones de estrés, ha sido ejemplar, pero no sabemos si esto tendrá un coste personal más adelante 8 . La situación vivida a día de hoy en algunos centros del país es dramática, con 536.281 afectados a nivel mundial, 64.059 en España con 4.858 pacientes fallecidos. Algunos profesionales inmersos en el epicentro de la pandemia han lanzado su voz de alarma ante la terrible situación vivida y alertan que la solución para un fututo de estas pandemias no pasa por centrar el problema en la asistencia hospitalaria. En este sentido es muy importante la editorial escrita en New England Journal of Medicine el 20 de Marzo por Mirco Nacoti 9 , anestesista y especialista en medicina intensiva del Hospital Juan XXIII de Bérgamo. Afirma, que la solución de futuras pandemias pasa por estrategias centradas en atención a la comunidad y no en la medicina centrada en la atención al paciente. Es especialmente revelador su razonamiento afirmando que los hospitales y los profesionales se convirtieron en el principal foco de trasmisión de la enfermedad. Esta crisis pasará pero, como ocurrió en el siglo XIV, nuestra sociedad y nuestro sistema sanitario no volverán a ser los mismos. Aprendamos de los errores cometidos y obtengamos pautas basadas en un análisis científico robusto y el diseño de políticas orientadas a la toda comunidad. Quisiéramos agradecer al Dr. Fernando Hornero Sos, presidente de la SECCE por su apoyo en la publicación de esta editorial. Novel Coronavirus Emerging in China -Key Questions for Impact Assessment China Medical Treatment Expert Group for Covid-19. Clinical Characteristics of Coronavirus Disease 2019 in China 2020 Extracorporeal membrane oxygenation support in 2019 novel coronavirus disease: indications, timing, and implementation Medical Journals and the 2019-nCoV Outbreak A fiasco in the making? As the coronavirus pandemic takes hold, we are making decisions without reliable data Coronavirus disease 2019: the harms of exaggerated information and non-evidence-based measures Factors Associated With Mental Health Outcomes Among Health Care Workers Exposed to Coronavirus Disease At the Epicenter of the Covid-19 Pandemic and Humanitarian Crises in Italy: Changing Perspectives on Preparation and Mitigation