key: cord-0859389-zz0k3fsj authors: Dal-Ré, Rafael; Camps, Victoria title: Agosto 2021 y la variante Delta: ¿es aceptable obligar a las personas a vacunarse contra el SARS-CoV-2? date: 2021-11-12 journal: Med Clin (Barc) DOI: 10.1016/j.medcli.2021.09.017 sha: b11f193ad44fc44f53b7f4c00180fa5a5e70004c doc_id: 859389 cord_uid: zz0k3fsj nan primeras. El economista Robert Litan planteó la solución de pagar por ser vacunado: pagando $1.000 por ciudadano, en los EE.UU. se requerirían unos $275.000 millones, una ganga si se comparan con los varios billones de dólares estimados en costes y pérdidas antes de alcanzar la inmunidad de grupo. 7 Abundando en la misma idea, el bioeticista Julian Savulescu manifestaba en noviembre de 2020 que prefería un pago en dinero o en especie para incentivar la vacunación frente al SAS-CoV-2 antes que hacerla obligatoria. 8 La idea del pago, sin embargo, fue rechazada por científicos que entendían que los ciudadanos podrían interpretar que si recibían una cantidad de dinero por vacunarse se debía a que la vacuna no era segura, dando así argumentos a los antivacunas. El pago en especie (o 'pasaporte de vacunación') podría traducirse en una mayor facilidad para viajar, socializar o trabajar, una solución que tiene la ventaja de que evita enviar la idea de que la vacuna no es segura, a la vez que se transmite el mensaje de que la persona vacunada ya no es un peligro para los demás. 8 Pese a los temores y malos augurios de algunos, la buena acogida inicial de las vacunas disponibles por los grupos de población prioritarios hizo que, en un principio, ningún país estableciese mecanismos para incentivar la vacunación. El 7 de agosto de 2021 en los países occidentales, entre el 50% (Grecia y EE.UU.) y 62% (Canadá) de la población había recibido la pauta completa de vacunación frente al SARS-CoV-2; en España, era del 60%. 9 En esa fecha, sin embargo, países como España, Francia y Reino Unido estaban comunicando 20.000-26.000 casos de COVID-19 diarios, mientras que se alcanzaban los 108.000 casos al día en los EEUU. 9 A lo largo de los últimos meses, en ciertos países se fue observando que se estaba disminuyendo el número diario de personas vacunadas. Cada vez era más difícil completar la vacunación de los grupos etarios. Y así se empezaron a instaurar los incentivos y, en algunos países, la En principio, en Europa siempre ha habido reticencias ante la posibilidad de obligar a la población a vacunarse. Los comités de bioética, y también los diferentes gobiernos, han preferido apostar más por la persuasión que por la imposición. Pero la pandemia actual es una situación inédita que tal vez requiera razonamientos distintos de los hechos hasta ahora, relacionados con las prioridades que se han ido estableciendo en la distribución de las vacunas con el fin de asegurar la inmunidad sobre todo de los grupos de mayor riesgo. A finales de 2020, en los países occidentales, y también desde la OMS, se abogaba porque los trabajadores sociosanitarios constituyeran un grupo prioritario principal ─junto a los mayores de 65 años y personas con ciertas enfermedades de base para ser vacunados frente al SARS-CoV-2. 10 Se entendía, con razón, que toda persona que cuidase o tratase pacientes con COVID-19, está en riesgo de un íntimo contacto con el coronavirus y debería ser vacunada tan pronto como fuese posible. Como estos trabajadores pueden ser vectores de la infección para otras personas y pacientes, 11 y como se sabe que la vacunación ayuda a disminuir la transmisibilidad del SARS-CoV-2, 12 que en estos momentos los trabajadores sociosanitarios se vacunen parece una medida necesaria. Ezekiel Emanuel, un médico y bioeticista muy prominente y activo frente a las vicisitudes éticas de la pandemia, ha insistido en la necesidad de que los profesionales sociosanitarios se vacunen frente al SARS-CoV-2. De hecho, gracias a su iniciativa, 88 organizaciones de medicina, enfermería, farmacia, psicología y epidemiología de los EE.UU. han firmado un manifiesto en favor de la obligatoriedad de que estos profesionales se vacunen. 13 La razón fundamental es que los profesionales sociosanitarios tienen el compromiso ético de situar a las personas que tratan en el lugar primordial de su actividad y Page 5 of 14 J o u r n a l P r e -p r o o f 5 "deben tomar las medidas necesarias que aseguren su salud y bienestar". El manifiesto insta a las instituciones sociosanitarias a exigir la vacunación de todos sus empleados, excepto cuando haya razones médicas que lo desaconsejen. Este manifiesto responde al hecho de que el porcentaje de estos trabajadores vacunados en los EE.UU. es muy dispar: desde el 96% de los médicos y menos del 50% de las enfermeras, al 26% de los asistentes sanitarios domiciliarios. 13 En Canadá, en la misma línea, la asociación de médicos y la de enfermeras han hecho un llamamiento para que la vacunación sea obligatoria para los trabajadores sanitarios. 14 En España, la Administración central no considera necesaria la vacunación obligatoria de los trabajadores sociosanitarios, 15 al entender que se ha alcanzado el "100% de vacunación" entre los sanitarios, 16 y unas tasas muy altas, pero variables, de vacunación entre los trabajadores de las residencias de mayores. 17 Esto no ha impedido que las patronales del sector de residencias y seis Comunidades Autónomas hayan solicitado la vacunación obligatoria de los trabajadores sociosanitarios. 17 Entendemos que asegurar que todas las personas que trabajan en instituciones que proveen asistencia médica o de cuidados estén vacunados parece un objetivo razonable, máxime con la posible aparición de nuevas variantes que resistan la inmunidad lograda con las vacunas disponibles en la actualidad y, en el caso de que fuera pertinente, de administrar dosis de recuerdo o de vacunas modificadas. El marco de reflexión se debe situar en una vacunación 'semiobligatoria', en la que se requiere que las personas se vacunen a no ser que justifiquen la exención, y en la que se 'castiga' a quien no se vacune. 18 Un ejemplo de esta situación ocurre en España y en otros países cuando los niños tienen que acreditar que han recibido las vacunas obligatorias del calendario vacunal establecido por las autoridades sanitarias para entrar en la escuela. Recientemente, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictaminado que la vacunación obligatoria de los niños frente a ciertas infecciones es "necesaria en las sociedades 6 democráticas". 19 No obstante, en el caso del SARS-CoV-2, el "castigo" que se está proponiendo para los trabajadores de residencias de mayores que se niegan a vacunarse es el cambio de empleo, seguramente, fuera de una residencia geriátrica. Lo mismo cabe decir de un sanitario reacio a vacunarse; la única forma de "castigarle" es impidiéndole ejercer como tal. En ambos casos, a diferencia de lo que puede ocurrir cuando a unos padres se les impide llevar al hijo no vacunado a la escuela, la autonomía de la persona se ve más limitada puesto que lo que se pone en cuestión es su continuidad laboral. Aun así, dada la alta transmisibilidad de la variante Delta, no es disparatado anteponer para los trabajadores sociosanitarios la protección de las personas vulnerables a la autonomía de las personas que, teniendo que ejercer una labor asistencial o de cuidados, se resisten a ser vacunadas. La autonomía es el principio ético por el que cada persona es responsable de sus decisiones, tomadas con suficiente información sobre las posibilidades disponibles y cuando dispone de las capacidades básicas para poder aprovecharlas. La autonomía se ejerce mediante el consentimiento. Desde el punto de vista ético, la autonomía es un valor fundamental; a juicio de Kant, la condición necesaria de la acción moral. Pero no es el único valor a tener en cuenta; ningún valor es absoluto y sólo se mantiene si resiste la permanencia de otros valores igualmente fundamentales. John Stuart Mill explicó que lo único que justifica la limitación de la autonomía de las personas es impedir que hagan daño a otras, no que se hagan daño a sí mismas. Es cierto que quienes se niegan a vacunarse se están "protegiendo" a sí mismos frente a un "posible daño" que piensan que la vacuna les puede infligir. Pero a ese argumento hay que contraponer la indiferencia que muestran ante el más que probable daño que su actitud pueda causar a otras personas. Pensar en los demás y hacerse cargo de lo que les pueda ocurrir es una actitud solidaria, en este caso incompatible con la actitud de quien sólo piensa en su beneficio. En suma, en salud pública, la autonomía debe evaluarse frente a otros valores como el de prevenir daño: la autonomía es siempre importante pero no siempre es el valor más importante. 18 7 La vacunación ejemplifica cómo, en salud pública, decisiones individuales afectan a terceros, e ilustra la relación indisociable entre los derechos humanos (el derecho a la protección de la salud), la responsabilidad (que permite proteger a los que no se pueden vacunar), y la solidaridad (intervención que beneficia la salud pública). 20 La obligatoriedad de la vacunación enfatiza el beneficio de terceros (la comunidad) sobre el beneficio individual. En su evaluación hay que tener en cuenta los riesgos asociados a la vacunación y a los de la enfermedad que se quiere prevenir, y el riesgo de padecerla por la población. 18 Hasta la fecha, las autoridades reguladoras y de salud pública de los países occidentales entienden que la evaluación beneficio-riesgo de las vacunas frente al SARS-CoV-2 es favorable, siempre que se administren según sus recomendaciones. La variante Delta del SARS-CoV-2 es la predominante en Europa y en los EE.UU. Las vacunas disponibles parecen tener una ligera menor efectividad frente a la infección y a la enfermedad sintomática frente a las nuevas variantes, que contra la cepa original (Wuhan) y a la variante Alfa; sin embargo, las vacunas son altamente efectivas para prevenir la hospitalización y el exitus. 21 La variante Delta tiene un número básico de reproducción (Ro) de cerca de 7, lo que hace que la inmunidad de grupo quizás se alcance si el 85% de la población esté vacunada 22 ─lejos del 47-62% estimado hace unos meses cuando el Ro para Europa occidental era del 1.9-2.6 23 ─. Como la efectividad de las vacunas frente a la infección y a la enfermedad sintomática es del 80-95%, y parece ser menor frente a la variante Delta, 21 hay que entender que alcanzar la inmunidad de grupo es casi imposible a no ser que la tasa de inmunizados en la población sea del 90-95%. Para llegar a estas coberturas de vacunación habría que vacunar a la población pediátrica. Incluso con ello, alcanzar la inmunidad de grupo podría no ser posible ya que, como se ha mencionado, la variante Delta puede infectar a los vacunados; pero, en todo caso, la población estaría protegida frente a las hospitalizaciones y fallecimientos por COVID-19. Esto último también acontecería incluso aunque, como se ha observado, la efectividad de las vacunas frente a la variante Delta para impedir la infección o la Page 8 of 14 J o u r n a l P r e -p r o o f 8 enfermedad sintomática con altas cargas virales disminuya con el tiempo. 24 El objetivo, en cualquier caso, debe ser vacunar al mayor porcentaje de la población, con lo que quizás se pueda convertir a la infección por SARS-CoV-2 en endémica. Para considerar la obligatoriedad de una vacunación, la OMS 25 entiende que se habrán de evaluar varios aspectos. Primero, la necesidad y proporcionalidad: se debe pretender alcanzar un beneficio de salud pública inequívoco, como la inmunidad de grupo. Segundo, la vacuna debe ser segura y efectiva para la población. Tercero, debe haber suficiente disponibilidad de vacunas. Cuarto, las autoridades deben considerar si la vacunación obligatoria pudiese afectar a la confianza de la población en las vacunas. Y, por último, las autoridades deben ser transparentes en la toma de decisiones. Cabe pues preguntarse si, en los países occidentales y en el verano de 2021, se cumplen estos requisitos que convertiría la vacunación obligatoria en éticamente aceptable. Aun cuando, en términos generales, existen razones suficientes para avalar éticamente la obligatoriedad de la vacunación, ésta debe circunscribirse muy claramente a aquellas situaciones en que deba anteponerse claramente el beneficio de terceros a la autonomía propia. Las discrepancias entre los partidarios de aceptar esta premisa o negarla vendrá dada, sobre todo, por la necesidad de concretar las circunstancias y por el procedimiento para hacerlo adecuadamente. Y aquí entran en juego los incentivos a la vacunación. Desde la bioética, hay quienes están a favor 26 y quienes en contra 27 de incentivar la vacunación frente al SARS-CoV-2. En los EE.UU. se ha incentivado la vacunación de la población pagando cantidades modestas ($100), refrescos, entradas para espectáculos deportivos o sorteando cantidades desorbitadas. Sin embargo, y sorprendiendo a sus promotores, el sorteo de $1.000.000 en Ohio (EE.UU.), no ha mostrado ser una medida eficaz. 28 Hay que tener presente que, en contra de lo que se pueda creer, ofrecer dinero no es per se una medida Aunque la persuasión, ya sea a la población mediante campañas de información actualizadas o a nivel individual a través de los profesionales sanitarios, es la mejor manera de convencer a las personas de la necesidad de que se vacunen, en los países occidentales se ha llegado a una situación en la que cada vez cuesta más vacunar a personas que no lo han hecho todavía. Una posible implantación de la vacunación obligatoria para hacer frente a la variante Delta del SARS-CoV-2 para los profesionales sociosanitarios y para la población, debe considerar aspectos epidemiológicos, sociológicos, éticos y legales que se han tratado aquí de forma sucinta. En el verano de 2021 entendemos que los países occidentales, en general, comparten los aspectos epidemiológicos y éticos, y que pueden discrepar en los sociológicos y legales. Aunque la actitud de las poblaciones ante las vacunas es importante ─la confianza en las vacunas frente al SARS-CoV-2 en mayo de 2021 variaba entre el 87% (Reino Unido) o el 78% (España) y el 47% (Australia) o el 56% (Francia) 30 ─, los gobiernos deberían poner el foco en los datos epidemiológicos, esperando que los tribunales, si han de manifestarse según las legislaciones nacionales, acepten las eventuales propuestas de obligatoriedad de la vacunación si aquellas lo estimasen pertinente. En todo caso, y al estar en una situación de alto nivel de transmisión, sigue siendo necesario el uso de la mascarilla y del distanciamiento físico cuando estemos con otras personas en lugares cerrados, sin que importe su estado vacunal. Financiación: este trabajo no requirió de financiación alguna. Los autores declaran carecer de conflicto de intereses. El certificado covid se impone en el día a día de 21 países europeos 2.-Stokel-Walker C. Covid-19: the countries that have mandatory vaccination for health care workers Outbreak of SARS-CoV-2 infections, including COVID-19 vaccine breakthrough infections, associated with large public gatherings ─ Barnstable county Viral infection and transmission in a large welltraced outbreak caused by the Delta SARS-CoV-2 variant Virological and serological kinetics of SARS-CoV-2 Delta variant vaccine-breakthrough infections: a multi-center cohort study Covid-19: perceptions of vulnerability and attitudes towards a COVID-19 vaccine. Global report global-healthinnovation/Global_ICL-YouGov-Covid-19-Behaviour-Tracker_Vaccines_20201210_vF.pdf 7.-Litan R. Want herd immunity? Pay people to take the vaccine Good reasons to vaccinate: mandatory or payment for risk? Dal-Ré R, Camps V. ¿A quién habría que vacunar primero frente a la COVID-19? SARS-CoV-2, SARS-CoV, and MERS-CoV viral load dynamics, duration of viral shedding, and infectiousness: a systematic review and meta-analysis Transmissibility of COVID-19 among Vaccinated Individuals: A Rapid Literature Review Mandating COVID-19 vaccination for health care workers Simón no ve necesario que la vacunación contra el covid sea obligatoria. El 16.-Díaz-Miguel C, Martín del Campo E, Cornejo A. ¿Podría España obligar a sus sanitarios a vacunarse? Posible Las patronales de residencias piden que la vacunación sea obligatoria para sus trabajadores. El País. 7 de agosto de 2021 Council of Europe. Statement on human rights considerations relevant to 'vaccine pass' and similar documents Lifting of COVID-19 restrictions in the UK and the Delta variant Estimating the basic reproduction number for COVID-19 in Western Europe Users/Usuario/Downloads/WHO-2019-nCoV-Policy-brief-Mandatory-vaccination-2021.1-eng.pdf 26-Largent EA, Miller FG. Problems with paying people to be vaccinated against COVID-19 What money can't buy: an argument against paying people to get vaccinated Lottery-based incentive in Ohio and COVID-19 vaccination rates lavacunacion-obligatoria.html 30.-Imperial College London. Global attitudes towards a COVID-19 vaccine