key: cord-0714526-624q1v4g authors: Sánchez-Duque, Jorge A; Villanueva-Bedoya, Juliana title: Enfermedad por Coronavirus 2019 (COVID-19): papel del periodismo científico durante una pandemia date: 2022-03-07 journal: Rev Fac Cien Med Univ Nac Cordoba DOI: 10.31053/1853.0605.v79.n1.28091 sha: 18c9e13442525d9453b86df86abbb47c47bbed82 doc_id: 714526 cord_uid: 624q1v4g Carta al editor. Hemos leído con especial interés el manuscrito publicado por la doctora María Soledad Segura 1 sobre el papel de los medios de comunicación durante la pandemia, con el cual coincidimos en numerosos aspectos, especialmente al atribuirle a medios de comunicación un carácter de servicio público esencial y una responsabilidad social para garantizar a la población general el derecho a la información, y por otra parte, reconocer que algunos medios de comunicación promueven la infodemia. Sin embargo, basados en nuestra experiencia en Colombia 2 país recientemente afectado por la pandemia de coronavirus, nos gustaría realizar algunos comentarios con el fin de promover el debate sobre el papel de los medios de comunicación, especialmente, del periodismo científico en el control del brote 3 . A la fecha, 4 de abril de 2020, el número de casos reportados a nivel mundial sobrepasa el millón, sin considerar pacientes infectados asintomáticos que no consultaron, y el número de pacientes que no pudieron acceder a pruebas diagnósticas debido a condiciones específicas de cada región 2,4,5 . Es difícil exagerar la importancia clínica, social y económica generada por COVID-19; su alta infectividad y rápida propagación, en ausencia de una vacuna o tratamiento específico disponible, supone una alerta para la sociedad, sin embargo, las primeras estimaciones del número de casos y la letalidad asociada, lograron incurrir en la "exageración" 1,2,4 . Algunos ejemplos de información exagerada y no basada en evidencia científica visibilizados en diferentes medios de comunicación se encuentran descritos en la Tabla 1 4 . En todos los países, la cobertura mediática sobre el brote es la noticia del día, por lo tanto, el periodismo, particularmente su rama científica, tiene una responsabilidad social fundamental, evitando añadir dramatismo a la narración u ofrecer datos descontextualizados y confusos para la mayoría de la población, especialmente para aquellos en condición de vulnerabilidad 1,3,5 . Continuar divulgando información exagerada y poco veraz, puede dañar seriamente la reputación de la ciencia, la salud pública, los medios de comunicación y los gobiernos nacionales, lo cual, pone en riesgo el compromiso de la comunidad con las recomendaciones o normas establecidas en cada país para el control del brote 1-5 . Por lo anterior, es prioritario que las entidades reguladoras, prestadoras de servicios sanitarios e instituciones académicas del área de la salud, trabajen de la mano con periodistas científicos, para lograr traducir la información científica, que pueda solucionar las preguntas y llenar vacíos de la población en general, originando mayor confianza y facilitando el compromiso con el cumplimiento de las recomendaciones establecidas [1] [2] [3] [4] [5] . Divulgar información en medios de comunicación sobre el brote de COVID-19 es una obligación, sin embargo, ésta requiere un enfoque equilibrado, por lo cual, los periodistas científicos deben jugar un papel activo en el control de la información que será divulgada, evaluando la veracidad de la misma, incluso si esta viene de expertos en el tema, con el fin de evitar infundir pánico en la sociedad 4,5 . Tabla 1. Ejemplos de información exagerada y no basada en evidencia científica rigurosa a la fecha de su publicación en medios de comunicación. Con alerta pero sin pánico. El rol de los medios durante la pandemia Enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) en América Latina: papel de la atención primaria en la preparación y respuesta Conocimiento científico y medios de comunicación: desafíos del periodismo científico en Colombia. Investigaciones Andina Coronavirus disease 2019: the harms of exaggerated information and non-evidence-based measures Covid-19: are we getting the communications right