key: cord-0684137-4t9sec3d authors: Domínguez-Gil, Beatriz; Coll, Elisabeth; Ferrer-Fàbrega, Joana; Briceño, Javier; Ríos, Antonio title: DRAMÁTICO IMPACTO DE LA EPIDEMIA DE COVID-19 SOBRE LA ACTIVIDAD DE DONACIÓN Y TRASPLANTE EN ESPAÑA date: 2020-04-17 journal: Cir Esp DOI: 10.1016/j.ciresp.2020.04.012 sha: 681f5f75d5f55888cbd635c58e7d040b6cfd6dcf doc_id: 684137 cord_uid: 4t9sec3d nan A los profesionales sanitarios por su lucha incansable contra la epidemia de COVID-19. En diciembre de 2019 se notificaron los primeros casos de una neumonía de origen desconocido en la ciudad de Wuhan (República Popular China) 1 . El patógeno fue identificado como un nuevo betacoronavirus, denominado coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2). La infección causada por este virus se denomina COVID-19 (coronavirus disease 2019). El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró oficialmente la situación de pandemia. A día de hoy, son más de 1,9 millones los casos de COVID-19 reportados por 185 países de todo el mundo, siendo España uno de los países más afectados en términos de número absoluto de casos y número de fallecidos. Si bien se desconoce el potencial de transmisión de COVID-19 a través del trasplante, ya en enero de 2020 el sistema español emitió recomendaciones para la evaluación y la selección de los donantes de órganos con respecto a la infección por SARS-CoV-2 2 . Ha de descartarse la donación en casos confirmados de COVID-19. En casos curados, se recomienda una valoración individualizada y cautelosa, exigiéndose un mínimo de 21 días desde la curación. En donantes con riesgo epidemiológico (exposición a un caso confirmado de COVID-19 o viaje/residencia en áreas afectadas en los 21 días previos), si el potencial donante presenta un cuadro clínico compatible con COVID-19, se descarta la donación incluso sin cribado. Si el potencial donante no presenta sintomatología compatible, se realiza cribado para SARS-CoV-2, descartándose la donación si el resultado es positivo. El cribado también es obligatorio si no existe riesgo epidemiológico, pero sí clínica compatible, o si se considera la donación pulmonar o intestinal. Aunque el periodo de incubación de COVID-19 es de 2-14 días, el periodo de seguridad recomendando en España de 21 días pretende descartar posibles outliers 2 . El cribado del potencial donante ha de realizarse mediante RT-PCR en muestra obtenida en las 24 horas previas a la extracción 2 . Dicha muestra puede obtenerse del tracto respiratorio superior o inferior, si bien este último es preferible por su mayor rendimiento diagnóstico y es la muestra requerida en caso de donación pulmonar o intestinal. Hasta el momento, se han notificado a la Organización Nacional de Trasplantes 200 casos de COVID-19 en pacientes trasplantados de órganos (107 trasplantes renales, 45 hepáticos, 32 cardíacos, 12 pulmonares, 3 de páncreasriñón y 1 multivisceral). La mayoría han adquirido la infección en la comunidad en una mediana de tiempo de 57 meses desde el trasplante. Sólo se han notificado 19 casos (9,5%) de infección nosocomial. Dentro de estos últimos y aplicando la política referida, en ninguno existe sospecha de infección derivada del donante. Existe escasa información sobre los factores pronóstico y el curso evolutivo de COVID-19 en pacientes trasplantados. Dado cómo se comporta la infección por coronavirus endémicos en pacientes inmunosuprimidos 3 , es esperable una mayor tasa de complicaciones 4,5,6 , lo que se confirma en series limitadas de casos 7 . También es predecible que el periodo de excreción viral sea más prolongado que en no trasplantados, con el riesgo de una súper-diseminación del virus, particularmente entre profesionales sanitarios 8, 9 . Por este motivo, en España se recomienda el cribado de SARS-CoV-2 en el potencial receptor previamente al trasplante y su exclusión temporal de lista de espera si el resultado es positivo 2 . El mayor problema que ha generado la epidemia de COVID-19 en el ámbito de la donación y el trasplante de órganos ha sido consecuencia de la saturación del sistema sanitario y de las unidades de cuidados intensivos. Los hospitales han tenido que ampliar la capacidad de sus unidades de críticos, se han creado nuevos hospitales para atender a pacientes graves afectados de COVID-19 y se han medicalizado hoteles para atender a pacientes no graves que requieren aislamiento. Pese a ello, los profesionales han tenido que tomar complejas decisiones a la hora de asignar recursos de críticos que resultaban insuficientes para la demanda de la población en momentos de incremento exponencial del número de contagios 10 . En este contexto, desarrollar la actividad de donación y trasplante de órganos ha resultado extraordinariamente complejo, por la situación de saturación y la falta de áreas libres de COVID-19 en los hospitales en las que garantizar la seguridad de los pacientes una vez trasplantados. La instrucción a los centros en áreas muy afectadas ha sido la de realizar una valoración individualizada, caso por caso, de si proceder con cada proceso de donación y de trasplante atendiendo a la situación clínica del paciente y las circunstancias del centro 2 . En los peores momentos, se han considerado sólo donantes idóneos y se ha procedido con el trasplante en pacientes en situación de urgencia o extrema gravedad clínica, o difíciles de trasplantar. Todo ello ha derivado en un dramático descenso de la actividad. El 13 de marzo de 2020 se anunció el estado de alarma nacional. Hasta esa fecha, se mantenía una actividad media de 7,2 donantes/día y de 16,1 trasplantes/día en nuestro país. A partir de entonces, los valores correspondientes son de 1,1 y 2, respectivamente (Figuras 1 y 2) . Aunque es pronto para valorar el impacto de este descenso, es presumible que se produzcan fallecimientos en lista de espera que habrían sido evitables en circunstancias normales -fallecimientos que se añaden a las víctimas directas de esta terrible pandemia. Figura 1: Número diario de donantes fallecidos eficaces (al menos un órgano extraído para trasplante) desde el 1 de febrero hasta el 14 de abril de 2020 en España. Figura 2: Número diario de trasplantes de órganos desde el 1 de febrero hasta el 14 de abril de 2020 en España. Clinical features of patients infected with 2019 novel coronavirus in Wuhan, China Recomendaciones para la donación y el trasplante en relación con la epidemia de COVID-19 A prospective hospitalbased study of the clinical impact of non-severe acute respiratory syndrome (Non-SARS)-related human coronavirus infection Coronavirus Disease 2019: Implications of Emerging Infections for Transplantation Severe Acute Respiratory Syndrome (SARS) in a liver transplant recipient and guidelines for donor SARS screening MERS CoV infection in two renal transplant recipients: case report COVID-19 in solid organ transplant recipients: a single-center case series from Spain Prolonged shedding of human coronavirus in hematopoietic cell transplant recipients: risk factors and viral genome evolution Atypical presentations of MERS-CoV infection in immunocompromised hosts Recomendaciones éticas para la toma de decisiones en la situación excepcional de crisis por pandemia COVID-19 en las unidades de cuidados intensivos