key: cord-0056758-fkck28oj authors: López-Miro-Espinosa, Flavio title: Insuficiencia cardíaca en tiempo de pandemia por COVID-19 date: 2021-02-08 journal: nan DOI: 10.1159/000514677 sha: 6fba1b4574248d7861f5326562d749e71aaad54c doc_id: 56758 cord_uid: fkck28oj BACKGROUND: Severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2) has emerged as a new threat to healthcare systems. In this setting, heart failure units have faced an enormous challenge: taking care of their patients while at the same time avoiding patients' visits to the hospital. OBJECTIVE: The aim of this study was to evaluate the results of a follow-up protocol established in an advanced heart failure unit at a single center in Spain during the coronavirus disease 2019 (COVID-19) pandemic. METHODS: During March and April 2020, a protocolized approach was implemented in our unit to reduce the number of outpatient visits and hospital admissions throughout the maximum COVID-19 spread period. We compared emergency room (ER) visits, hospital admissions, and mortality with those of January and February 2020. RESULTS: When compared to the preceding months, during the COVID pandemic there was a 56.5% reduction in the ER visits and a 46.9% reduction in hospital admissions, without an increase in mortality (9 patients died in both time periods). A total of 18 patients required a visit to the outpatient clinic for decompensation of heart failure or others. CONCLUSION: Our study suggests that implementing an active-surveillance protocol in acutely decompensated heart failure units during the SARS-CoV-2 pandemic can reduce hospital admissions, ER visits and, potentially, viral transmission, in a cohort of especially vulnerable patients. outpatient visits and hospital admissions throughout the maximum COVID-19 spread period. We compared emergency room (ER) visits, hospital admissions, and mortality with those of January and February 2020. Results: When compared to the preceding months, during the COVID pandemic there was a 56.5% reduction in the ER visits and a 46.9% reduction in hospital admissions, without an increase in mortality (9 patients died in both time periods). A total of 18 patients required a visit to the outpatient clinic for decompensation of heart failure or others. Conclusion: Our study suggests that implementing an activesurveillance protocol in acutely decompensated heart failure units during the SARS-CoV-2 pandemic can reduce hospital admissions, ER visits and, potentially, viral transmission, in a cohort of especially vulnerable patients. La insuficiencia cardíaca (IC) es el estado final de todas las enfermedades del corazón y por ende, es un síndrome clínico con alta morbilidad y mortalidad [1] . La IC se caracteriza por una incapacidad del corazón para mantener suficiente gasto cardíaco que cubra las demandas metabólicas del organismo. De acuerdo al «Programa Nacional de Registro de Insuficiencia Cardíaca» [2] llevado a cabo por la Sociedad Mexicana de Cardiología, destaca que los pacientes con IC son predominantemente hombres mayores de 60 años de edad. Las dos causas más frecuentes de IC son la hipertensión arterial (54.8%) y la cardiopatía isquémica (42.5%). Además de que el 40% presentan diabetes mellitus, 25% obesidad y 12% insuficiencia renal terminal, entre otras comorbilidades. En Latinoamérica, existen pocos datos sobre la epidemiología de la IC, no obstante, la incidencia y prevalencia de IC en esta región corresponde a 199 por 100 mil personas por año y al 1.01% respectivamente, mientras que la tasa de mortalidad anual es del 24.5%. Por otro lado, la enfermedad de Chagas es altamente prevalente en la región y es una causa de IC que no incide en otras partes del mundo. La IC es una de las principales causas de hospitalización, y el 25% de los pacientes que requirieron hospitalización, son readmitidos a los 30 días y el 50% requerirán otra hospitalización en el año. Después del diagnóstico inicial de IC, la sobrevida estimada a un año es de 72-75% y a los 5 años es de 25 a 50%. Los pacientes con IC, como ya se ha mencionado, son portadores de una serie de comorbilidades y representan un grupo de riesgo especial ante la presencia actual de la pandemia por el síndrome respiratorio agudo severo por coronavirus 2 (SARS-CoV-2). La recomendación del aislamiento social preventivo, por un lado reduce el riesgo de propagación viral, pero por otro, ha llevado a una marcada disminución en la asistencia clínica de este tipo de enfermedades crónicas, lo que conduce a un mayor estado de vulnerabilidad y riesgo de complicaciones. Es precisamente en este contexto, que toma relevancia importante la atención de estos pacientes sin requerir salir de sus domicilios mediante la telemedicina, con el objeto de mantener la continuidad asistencial de los pacientes con IC. En países desarrollados y en pacientes seleccionados ya existen centros de atención a pacientes con IC que practican la telemedicina que incluye sistemas de telemonitoreo de parámetros fisiológicos en forma continua y remota, lo que permite la detección oportuna de complicaciones y a su vez la toma de decisiones que favorezcan el control adecuado en este tipo de pacientes sin necesidad de acudir a los centros hospitalarios y evitar la posibilidad de contagio del SARS-CoV-2. Desafortunadamente en Latinoamérica aún no se ha desarrollado este modelo de atención virtual, o está muy limitado, lo que pone en desventaja a la población, sobre todo a los grupos vulnerables portadores de esta patología cardiológica. El presente estudio de Marta Jiménez-Blanco Bravo y colegas trata sobre una modalidad de la telemedicina aplicada a pacientes con IC. El estudio evalúa los resultados de un protocolo de seguimiento a una cohorte de 368 pacientes con IC atendidos en una Unidad de Insuficiencia Cardíaca en un hospital de España durante la pandemia de SARS-CoV-2 que a la fecha venimos padeciendo. El protocolo de atención, encaminado a reducir el número de visitas hospitalarias, así como de ingresos a hospital, consistió en contactar a los pacientes vía telefónica, a quienes previamente se les capacitó para medir la presión arterial, frecuencia cardíaca, el peso corporal así como para identificar signos y síntomas de IC como son: disnea, ortopnea, edema periférico entre otros. Mediante este protocolo se pudo identificar a aquellos pacientes que desarrollaban IC e incluso se pudo diferenciar a los pacientes que presentaban descontrol y que necesitaron tratamiento hospitalario o los que solo requirieron ajuste en los medicamentos para continuar el control de la IC en domicilio. Se comparó la evolución clínica de los 368 pacientes con IC antes y después del inicio del confinamiento por un mismo período de tiempo, y llama la atención que en el período de confinamiento (telemedicina) hubo menos necesidad de visitas a servicios de emergencia y a hospitalización (56% y 46% de reducción respectivamente) comparado con el período antes del confinamiento obligado por el SARS-CoV-2, lo que puede reflejar que se logró un mejor control de la IC. En ambos períodos del estudio (pre y post confinamiento) la mortalidad fue la misma (9 pacientes por período) y en el período de confinamiento, de los 368 pacientes, sólo 4 resultaron positivos para infección del SARS-CoV-2 (0.01%). El presente estudio nos demuestra claramente el efecto muy favorable para los pacientes de llevar un adecuado control de la IC, aún sin necesitar acudir personalmente a los servicios de salud. La telemedicina es un modelo de atención que cada vez más se está desarrollando en los países industrializados, pero que desafortunadamente en Latinoamérica no se ha logrado situar en el lugar que debería. Jiménez-Blanco Bravo y cols. reportan que con la telemedicina se logró una vigilancia de la evolución de los pacientes con IC tal, que redujo la necesidad de acudir a consulta en sala de emergencia y en hospitalización, lo que ante la pandemia que estamos viviendo por el SARS-CoV-2 es de la mayor importancia para evitar riesgo de contagio, especialmente en este grupo tan vulnerable. A pesar de que en estos tiempos de pandemia por COVID-19, los esfuerzos están dirigidos primordialmente a la atención de los pacientes afectados gravemente por dicha enfermedad a nivel hospitalario, el desarrollo de centros de telemedicina representa un área de oportunidad importante en nuestro medio, ya que disminuye la necesidad de atención hospitalaria y el riesgo de contagio. El establecimiento de sistemas de telemedicina eficaces y seguros, con personal capacitado, representa una estrategia vital para sostener la continuidad asistencial de nuestros pacientes en tiempos de COVID-19. Heart Disease and Stroke Statistics-2014 Update. A Report From the American Heart Association